Al margen de los macizos ornamentales que se han instalado en la puerta del parque de El Retiro y en la plaza de Cibeles, la iniciativa cuenta con 30 nuevas jardineras, 10 ya implantadas y 20 que se ubicarán en próximas semanas.
El principal criterio escogido a la hora de diseñar las pirámides es alternar las tonalidades y especies de cada temporada, siempre adaptándolas al clima de Madrid, a las heladas y en función de las horas de luz que necesitan.
Los diez primeros macizos piramidales se han implantado ya en la plaza de Isabel II (cuatro), en la calle de Bailén frente a la Catedral de La Almudena (cuatro) y en la calle de Alcalá con Sevilla (dos). Las otras 20 pirámides se situarán en la plaza de la Villa (cuatro), en la de Ramales (cuatro), en la plaza de Callao (siete) y en las calles de Alcalá y Gran Vía (cinco).
Se podrá disfrutar de la belleza de pirámides, que mezclan especies como el coleo, con bonitas hojas variegadas, y la euchera, con sus rizomatosas hojas perennes; bloques ornamentales creados a partir de las campanillas colgantes de la hippomea y las grandes hojas de la acalifa.
También hay mezclas vistosas, a las que darán colorido las coles rosas y blancas, y estructuras ornamentales basadas en las trepadoras hederas de hojas voluminosas, el verdor del carex y las coloridas violas.
Las pirámides ornamentales se preparan en el vivero municipal Estufas del Retiro dos veces al año, coincidiendo con los dos cambios de flor anuales (primavera e invierno). Con el cambio de estación, se procede a la retirada de las estructuras y el cambio de las especies vegetales.
El mantenimiento de las pirámides consiste en su riego manual con una manguera conectada a un camión cisterna y en la reposición de aquellas especies que hayan podido ser arrancadas.