Javier Ramirez ha destacado la faceta humana de Enrique San Francisco y su modo de entender la vida, “que no dejaba indiferente a nadie”, al tiempo que ha elogiado su trayectoria profesional y la manera de subirse a los escenarios para protagonizar obras de teatro, películas o monólogos de humor, “que le convirtieron en un personaje querido por todos”.
La colocación de esta placa, que responde a un acuerdo plenario de marzo del pasado año, no es el único reconocimiento que Chamberí ha realizado al actor y humorista, que siempre estuvo especialmente vinculado al distrito, en el que vivió durante décadas, hasta 2019.
Así, Ramírez ha recordado también que el distrito cambió la denominación del Teatro Galileo por Teatro Quique San Francisco. Estos homenajes sirven de reconocimiento y respeto “a quienes, de una u otra manera, hacen mejor nuestra sociedad”.