La bajada en los termómetros de la capital es inversamente proporcional al nivel el enfado de los vecinos del madrileño barrio de Orcasitas, en el distrito de Usera, por el mal servicio que prestan las entidades bancarias, un problema que afecta de manera especial a las personas mayores y a aquellas que tienen dificultades con la banca electrónica y las nuevas tecnologías.
Cada mañana se pueden observar colas de unos diez o doce clientes a las puertas de las sucursales que CaixaBank y el Banco Santander tienen en La Meseta de Orcasitas, las dos únicas oficinas bancarias del barrio.
Y lo mismo sucede con la única sucursal que queda abierta en el vecino Poblado Dirigido de Orcasitas, también de CaixaBank, entidad que desde que se fusionó con Bankia no ha dejado de rebajar sus prestaciones y servicios.
A menudo, la docena de personas que hacen cola deben esperar en la calle entre una y dos horas para ser atendidas y poder realizar operaciones esenciales, como un ingreso, una transferencia, el pago de una tasa o el cobro de una pensión. Y cuando son atendidas, no siempre se encuentran con la mejor de las sonrisas al otro lado del mostrador. De hecho, muchos vecinos y vecinas se sienten realmente “maltratados”.
Recogiendo este malestar, la Asociación Vecinal de Orcasitas decidió este jueves, en una asamblea, organizar una concentración el próximo martes, 15 de noviembre, en el chaflán que se encuentra en la intersección de la Gran Avenida y la calle de Rancho, a mitad de camino de las dos sucursales bancarias de La Meseta.
La protesta comenzará a las 12.00 horas. Con ella, la asociación espera llamar la atención de CaixaBank y el Banco Santander para que mejoren sus servicios y atiendan adecuadamente a los clientes que tienen más dificultades. Hasta el momento, todas las peticiones realizadas a los directores de ambas oficinas en este sentido han sido ignoradas.
Durante la asamblea vecinal surgieron consignas que se escucharán el próximo martes, como “somos vecinas mayores, pero no idiotas”; “no a las colas de los bancos. Exigimos servicios no humillación” o “la banca siempre gana, y si pierde lo pagamos los ciudadanos”.
Con los precios disparados, mientras las familias de Orcasitas y de otros barrios populares deben hacer malabares para llegar a fin de mes, en los primeros nueve meses del año CaixaBank obtuvo un beneficio de 2.457 millones de euros, un 17,7% más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior; y la entidad que dirige Ana Patricia Botín 7.316 millones de euros, un 25,1% más que el año precedente.
Los vecinos se preguntan cómo es posible que con semejantes beneficios, el servicio que prestan sea cada vez peor. Tras el cierre de una sucursal en Meseta y otra el el Poblado Dirigido, ahora la barriada sólo dispone de tres oficinas, dos de CaixaBank y una del Santander. La mayoría de los vecinos son clientes de CaixaBank, ya que proceden de la antigua Caja Madrid, y hoy, como ayer, exigen ser tratados con dignidad.