La Navidad muestra su lado más oscuro en Islandia, donde un gato negro, grande y malvado, llamado Yule Cat, es el protagonista de la temporada. Este felino merodea por las calles y se alimenta de aquellos que no llevan la ropa nueva adecuada para estas fechas señaladas.
Esta tradición podría tener su origen en la Edad Media, cuando los señores feudales recompensaban a sus siervos por un año de trabajo con ropa nueva en Navidad. Y, aunque el verdadero significado del gato sigue siendo un misterio, se ha convertido en una forma de que los niños se porten bien durante las fiestas y acepten vestirse con ropa 'elegante' para que el malvado gato no les atrape.
En Noruega no se dejan escobas fuera de las casas en Nochebuena; ni en la terraza, ni en el jardín. Se guardan a buen recaudo, para que las brujas, que suelen valerse de ellas para desplazarse y para algunos de sus hechizos, no las roben. Así que, por respeto a la tradición y también para evitar la mala suerte, lo mejor no dejar ninguna escoba a la vista.
Un 'chichilaki' es una estatua que se asemeja a un árbol de Navidad, que los georgianos construyen con ramas secas de avellana o nogal. Tras cortarlas y partirlas, forman una pequeña escultura con forma de abeto y la decoran con bayas rojas, frutos secos o el tradicional dulce georgiano, un caramelo en forma de vela. Este singular árbol de Navidad puede ser de distintos tamaños: desde pocos centímetros, hasta varios metros de altura.
En Irlanda, una tradición navideña relativamente nueva, pero muy popular es la de recorrer doce pubs para celebrar las fiestas con una serie de requisitos. Los participantes deben cumplir una serie de reglas: llevar un 'jersey feo' es básico y después conviene añadirle al atuendo elementos decorativos como campanas, luces, etc. En cada bar se consume, al menos, una bebida, normalmente una pinta de cerveza y, además, cada bar cuenta con sus propias reglas especiales, como no decir tacos, hablar solo con acento extranjero o beber únicamente con la mano izquierda.
En Finlandia es tradicional escuchar la Declaración de Paz de Navidad. Según una tradición que se remonta al siglo XIII, la Declaración de Paz de Navidad se lee, cada año, el 24 de diciembre a las 12.00 horas, en Turku, la ciudad más antigua de Finlandia, ante una nutrida concurrencia. Marca el inicio de las celebraciones navideñas y un periodo de paz de 20 días. También se transmite en directo por radio y televisión. El texto actual desea a todo el mundo una Feliz Navidad sin ruidos ni altercados.
Los checos suelen comprar carpas vivas, pero la vida del pez no termina cuando lo adquieren. Una vez en casa, lo meten en la bañera y lo dejan allí hasta Nochebuena, porque la creencia popular es que cuanto más tiempo se mantenga viva una carpa en agua limpia, más sabrosa será su carne.
Pero, no sólo hay superstición con las carpas en la República Checa. El 4 de diciembre, día de Santa Bárbara, ponen una rama de cerezo en un jarrón y creen que si florece en Nochebuena todos sus deseos se harán realidad en el próximo año.
Los adornos para el árbol de Navidad con forma de verdura probablemente empezaron en Europa y llegaron a los Estados Unidos, donde siguen siendo muy populares, especialmente entre las familias con varios hijos, donde el primero que encuentra un pepinillo colgando del árbol recibe un regalo.
México es famoso por su arte de colores vivos y la Navidad también es una época colorida del año. Aunque también se decoran los árboles de Navidad, la atención se centra claramente en los belenes. La mayoría de las veces se instalan en el patio familiar, mientras que los belenes que se ubican en espacios públicos que diseñan por artistas locales.
Los trabajos de construcción comienzan a mediados de diciembre, y el día 24 de este mes se instala el niño Jesús. El 5 de enero se colocan los Reyes Magos al amanecer. Dado el enorme trabajo que supone la construcción de los belenes, suelen estar expuestos durante todo el mes de enero.
En Caracas, la capital de Venezuela, los feligreses no llegan a la misa de Navidad a pie, ni en coche o en transporte público, sino en patines. Esta especial y divertida tradición navideña se ha hecho tan popular que la ciudad cierra las calles al tráfico durante todo el 25 de diciembre hasta la mañana siguiente para que el patinaje sea más seguro.