En la calle de Zabaleta, ante uno de dichos negocios abierto desde hace un año y medio y al son de cacerolas y silbidos, se han escuchado gritos como "Queremos tranquilidad en Prosperidad", "La suciedad fuera de la ciudad" o "Si tan legales son, a la Puerta del Sol".
Desde la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM), Vicente Pérez ha expresado que el problema no son las cocinas industriales, sino "la ubicación en una zona residencial", porque "sólo traen molestias, problemas de convivencia, ruido, humo, malos olores, problemas de movilidad, enfrentamiento entre los vecinos y basura".
En la misma línea, Ángeles Hernández, vecina del barrio de Prosperidad afectada por la situación, ha resaltado que los vecinos están "hartos de que en todos los barrios estén colocando estas cocinas antihigiénicas".
Laura Ponce, vecina de Paseo Imperial y afectada por el establecimiento de cocinas fantasma, ha sostenido que no buscan una regulación, sino directamente que las prohíban en la ciudad y entornos residenciales. "Una actividad industrial no se puede hacer en un barrio, rompe la convivencia de los vecinos y altera su salud. Que se vayan a un polígono", ha recalcado.
Asimismo, ha acusado al Gobierno municipal de no escuchar a los vecinos, dejando "que se lucren cuatro a costa del daño de miles de ciudadanos", y ha hecho referencia a Barcelona, donde han prohibido las cocinas fantasmas, para preguntarse "por qué el Ayuntamiento de Madrid no hace lo mismo".
Por su parte, Silvia García, otra de las afectadas por las cocinas fantasma, ha añadido que el área de Urbanismo les "da largas" y que el Gobierno "no quiere reunirse".
El diputado regional y portavoz de la candidatura de Más Madrid a la Alcaldía de Madrid, Eduardo Rubiño, ha señalado al alcalde actual, José Luis Martínez-Almeida, por "no ofrecer una solución" y no estar dispuesto a "aceptar lo que están pidiendo los vecinos, que es que se cierren las cocinas".
"Es un clamor que cocinas industriales no pueden estar en zonas residenciales", ha agregado, calificando la situación como un "ataque permanente a la paz y seguridad de los vecinos".
Rubiño ha recalcado que ya son "120 las cocinas de este tipo en varios establecimientos" y ha solicitado que el Ayuntamiento cumpla con "las proposiciones llevadas al Pleno en tres ocasiones, que piden el cierre de estas cocinas".