Ha sido la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Mar Espinar, quien ha elevado su preocupación por el estado del teatro. Lo ha hecho en la comisión de Cultura, donde la Secretaria General Técnica, Carmen González, ha detallado que en este mandato se recurrió, como aprobó este mismo foro, que la única persona que podía ponerlo en funcionamiento y conservarlo elaborara un manual de instalación y puesta en marcha, para evitar riesgos. El manual fue entregado, tras un contrato de 18.000 euros.
Aprovechando las dos semanas que estuvo el Teatro de Autómatas en el Circo Price, como era voluntad del donante, el Ayuntamiento se puso en contacto con el departamento de Robótica de la Universidad Carlos III, para valorar la posibilidad de aplicar la tecnología actual.
La Escuela de Ingeniería Industrial les transmitió, en diciembre de 2022, "que la modificación de sus mecanismos para incorporar tecnologías modernas no es viable, porque desvirtuaría el sistema y su valor". El teatro data de 1947 y consta de 35 figuras creadas en los años 30 del siglo XX de madera policromada y tallada a mano, movidos por un motor y un complejo mecanismo de poleas, también de fabricación artesanal.
Desde el área de Cultura han destacado el "incuestionable valor cultural y artístico" del Teatro de Autómatas y, como tal, "debe tratarse como una pieza de museo para el disfrute de la ciudadanía". "Lo trataremos como una pieza de museo en el contexto y entorno más adecuado" y para que "pueda valorarse como debe en el contexto actual", se ha comprometido González.
La socialista Mar Espinar ha lamentado que "el legado de toda una vida" quede "cerrado y mal guardado en una dársena del Circo Price, sin presencia en la programación cultural habitual". La edil ha llamado la atención sobre el hecho de que desde la donación, en 2014, "sólo ha sido disfrutado catorce días", dos semanas en las que se registraron "largas colas" para verlo.
Espinar también ha criticado que no sólo no pueda disfrutarse en Madrid, sino que tampoco se ceda a otras ciudades interesadas en él, por lo que "le condenan a pudrirse y desaparecer, en una dársena del Price", algo que dice porque "una escalera de acceso ya ha desaparecido". La concejala ha pedido que, mientras que se presenta como pieza de museo, se conserve en un sitio "donde no desaparezcan piezas".