Corría 1948 cuando un Tetuán que aún era barriada se anexionaba a la capital. Siete años después, en 1955, se consolidaba definitivamente como un distrito más. Conocer la historia de cada rincón, en busca de cada hito artístico y arquitectónico; empaparse del carácter peculiar de cada uno de los barrios del distrito, recorriendo a pie calles y plazas, murales y esculturas, es el objetivo de ‘Camina en Tetuán’, un programa en el que han participado cerca de cien personas, que se han paseado por los 120 años de Tetuán de la mano de guías expertos.
Las propuestas comenzaron a finales de diciembre por los barrios de Almenara, Castillejos, Cuatro Caminos, Berruguete, Bellas Vistas, Tetuán y Valdeacederas. Estaban organizadas en distintas distancias en función del público participante, cerca del centenar y de distintas edades, y en cuatro categorías: Tetuán histórico, Tetuán contemporáneo, Tetuán neomudéjar y Tetuán cultural-saludable.
Aquí puedes descargarte los mapas y realizar las rutas de forma autónoma.
Mientras tanto, apunta estas cinco curiosidades de estos 120 años de historia:
1./ Tetuán de las Victorias se fundó como campamento militar para las tropas vencedoras en la guerra de África, al mando del general O’Donnell, en 1860.
2./ El acueducto de Amaniel, el Hospital de San José y Santa Adela, los edificios Titanic, la glorieta de Cuatro Caminos, el Mercado de Maravillas o el antiguo Cine Europa están en Tetuán.
3./ También hay murales, como el homenaje a los mayores o ‘Presencias/Ausencias’, del artista del grafiti Suso 33.
4./ Desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, se desarrolló el estilo neomudéjar, principalmente en las zonas de Valdeacederas, Berruguete y Cuatro Caminos. Las casas adosadas, en Bellas Vistas, y el Colegio Jaime Vera o el Hospital de la Cruz Roja San José y Santa Adela son ejemplos de este arte de la revolución industrial.
5./ Fue en los siglos XX y XXI cuando el barrio se convertía en un importante enclave artístico en la transición hacia la modernidad con la introducción del acero, el hierro, el cristal o el hormigón armado en sus edificios. También la escultura acogía nuevos lenguajes y materiales, como ‘La Broca’, de Vicente Larrea, o ‘Generatrices’, de Andreu Alfaro.