La concentración, convocada en el número 6 de la calle de Morando a partir de las 11.00 horas, cuenta con el apoyo de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), junto a las asociaciones vecinales Cuatro Caminos-Tetuán y La Ventilla-Almenara, Radio Almenara, Ecologistas en Acción y la Plataforma Por el Derecho a la Ciudad.
Esta plataforma de afectados -formada por comunidades de paseo Imperial 6 y 8; San Bernardino, 20; José Calvo, Santa Valentina, Morando, 6; Alejandro Ferrant, 8; Canillas, 18/Zabaleta y Prosperidad- ha citado así a los vecinos a concentrarse a las puertas de las cocinas industriales 'La Gran Familia Mediterránea', marca del chef Dani García.
La FRAVM ha explicado que, "después de una orden de cese de actividades el 23 de agosto de 2022", se ha vuelto a reactivar la actividad, "produciendo los mismos fuertes olores a comida y ruido por la maquinaria industrial que originaron su cierre".
En este contexto, han indicado, el Ayuntamiento de Madrid "no ha dado respuesta al problema que generan" las cocinas industriales instaladas en las zonas residenciales de Madrid y "ha hecho oídos sordos a las protestas de las vecinas y vecinos afectados por ellas". Así, reclamará "el traslado de todas ellas a polígonos industriales, de donde nunca debieron de haber salido".
Así, han subrayado que la moratoria para conceder licencias a este tipo de negocios que, han advertido, "ha dificultado, que no prohibido por la falta de definición de la actividad, nuevas aperturas". Esta medida transitoria decae el próximo mes de julio.
El proyecto de modificación de las Normas Urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana de Madrdid (PGOUM) presentado por el Consistorio, han denunciado, "no sólo no las expulsa de la ciudad, sino que las consolida como modelo de negocio rentable para los empresarios dispuestos a instalar estos lucrativos negocios, sin tener en cuenta los problemas de contaminación, olores, ruidos, gestión de basuras y movilidad que se genera en el entorno, ni sus efectos en los vecinos residentes".
Así, ha indicado que los únicos afectados "ante esta pasividad municipal" son los vecinos y, en concreto, los de Tetuán, que tiene "el triste honor de ser el distrito de la capital con un mayor número de cocinas industriales alojadas en zonas residenciales".
En concreto, tiene actualmente cinco en activo en las calles de José Calvo, Morando, Sorgo, Araucaria y Algodonales y a ellas pronto se unirán otras dos, que se ubican en las calles de Santa Valentina, 3 y Salamanca, 21. Este último, impulsado por la empresa Cuyna, tiene previsto abrir 18 cocinas industriales.
Según explican, aunque se encuentra rodeado de pisos de viviendas, podrá hacerlo porque se ubica dentro de la Norma Zonal 9.1, "que admite la convivencia de usos residenciales con algunos tipos de industria, una zona mixta que quedó fuera de la moratoria municipal de licencias, como les sucede a las polémicas cocinas fantasma del Paseo Imperial de Arganzuela".
Ante ello, la Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid ha lamentado "la falta de sensibilidad del Ayuntamiento ante la depredación de este tipo de negocios, que se escudan en generar puestos de trabajo cuando la realidad es que sólo engrosan sus cuentas de beneficios gracias a empleos mal pagados y en pésimas condiciones laborales", además de actuar como competencia desleal contra los hosteleros del barrio.
"El vecindario sufre malos olores a fritanga, humos, ruidos, atascos, suciedad, ocupación de calzada y acera por repartidores, carga y descarga de grandes camiones e invasión de las entradas de garajes y portales, entre otros problemas, todos los días de la semana de forma ininterrumpida, de 10.00 horas y hasta la medianoche", relatan los vecinos.
A esto se suma, han añadido, el problema de aparcamiento en la zona por la reserva de varios metros lineales de suelo público en la calzada para carga y descarga de 8 a 24 horas, todos los días del año, a la empresa Rima Gastronómica S.A., explotadora de las instalaciones.
Además de las molestias cotidianas citadas, desde la FRAVM ha recordado que el uso de equipos de alta potencia "no declarados en la memoria de reforma del local, ocasionó el año pasado un apagón general de la electricidad de la manzana, afectando a todos los vecinos y dejando sin luz al Centro Cultural Eduardo Úrculo, que se encuentra en una manzana vecina".
También censuran las de la calle de José Calvo, del chef Aleix Puig, situadas a dos kilómetros de Morando. "Una fuente continua de conflicto, como también lo son las obras de la futura cocina fantasma de Santa Valentina", ha indicado.
Por ello, ha reclamado el cierre de todas las cocinas fantasma que se encuentran actualmente en zonas residenciales y su traslado a polígonos industriales, así como una normativa específica que limite su implantación con las medidas presentadas en 2021 por la FRAVM como alegaciones al proyecto de Modificación de las Normas Urbanísticas del PGOUM, que fueron acompañadas de más de 3.000 firmas de apoyo.