Amanda Portillo (Valencia, 1988) se ha hecho un nombre en el mundo de la moda y de la música, gracias a su duro trabajo y a que apostó todo para dedicarse a lo que le gustaba.
Con diferentes carreras profesionales, sus ganas de comerse el mundo hicieron que naciese antes de lo previsto lejos de la capital. Criada en Aranjuez, tras terminar la selectividad se vino a Madrid, la mejor “ciudad del mundo”, a la que rinde homenaje con su diseño del cartel de los Veranos de la Villa 2023.
– Su diseño para el cartel, en concreto la letra, tiene toques noventeros. También los colores.
– Es mi letra, la verdad. No me he quebrado mucho la cabeza, porque realmente yo me dedico mucho a hacer tipografías. Fue la primera letra que me salió y es prácticamente con la que escribo. Es mi toque personal del cartel. En cuanto a los colores, son los que más utilizo, muy vivos y de contraste. He elegido el amarillo porque, aparte de ser mi favorito, representa luz y es el color del sol. Si no lleva amarillo para mí el diseño queda flojo.
– También retrata algunos monumentos emblemáticos de la ciudad y una escalera en la parte derecha entre las nubes. ¿Qué representa?
– Las escaleras son, aparte del toque personal de la tipografía, el objeto principal del diseño, le da vida. Sin ellas el dibujo sería completamente diferente y no tan mío porque siempre me gusta darle con un toque surrealista a una escena tan cotidiana como la de estar con unos amigos en una piscina en Madrid en verano. De hecho, arriba se oscurece un poco porque, en esa época del año, cuando mejor se está es cuando cae el sol, es cuando queremos salir a la calle. Es mi toque para representar el dicho ‘De Madrid al cielo’.
– Usted ha vivido bastante tiempo en Londres y en Barcelona. También viaja mucho, pero siempre vuelve a Madrid. ¿Qué le hace regresar? ¿Qué tiene Madrid que es tan especial?
– Es la mejor ciudad del mundo. Cuando te vas de Madrid, la echas mucho de menos. Los extranjeros que vienen se quieren quedar aquí, como dice la canción de los Hombres G. Soy un culo inquieto, cada dos años me quiero mover, pero aquí, en Madrid, estoy genial. La base de mi vida, mi felicidad, mis amigos y mi familia están aquí.
– Se define como un 'culo inquieto'. Empezó haciendo diseños para las uñas de sus amigas y ha seguido con murales, pasando por prendas de vestir y publicidad. ¿Qué le impulsa a probar cosas nuevas?
– Creo que soy una persona multidisciplinar y muy creativa. Me gusta siempre probarlo todo. Mi amigo Javier Ambrossi dice que soy insaciable, porque estoy haciendo una cosa y ya quiero hacer otra. Siempre quiero saber cómo se hace todo y formarme en más cosas de las que he estudiado. Ahora también me dedico a la música, soy Dj y estoy empezando a producir.
Además, hago murales por todas partes y, sobre todo, para marcas de lujo, o hago estampados para marcas como María Escoté, que es una de mis mejores amigas y con la que llevo trabajando 14 años. Me muevo en todo este mundo de la moda y de la música y, aparte de todo lo que he estudiado, he logrado unirlo todo y así poder dedicarme un poco a lo que me va dando la gana...
Por hacer, he hecho hasta 'docurealidad' en Netflix (Firts Class) sobre mi realidad en Barcelona, una realidad de televisión. Es un recuerdo para nuestros hijos y nietos. A todos nos une y define el talento de vivir, de aprovechar la vida al máximo, de divertirnos y trabajar en lo que nos gusta.
– Además de 'First Class', también ha salido en una promoción de VIPS, con sus propios diseños, y ha creado una marca de ropa, 'As If Clothing', con sus amigos Javier Ambrossi y Javier Calvo (Los Javis)...
– A todos nos gustaban mis diseños y decidimos hacer una marca. Era una especie de hobbie. Ya no la tenemos, porque nuestros trabajos no nos lo permiten. Se basaba en la ilustración y los colores. Todo tiene su etapa. Ellos (Los Javis) me han enseñado a trabajar duro, a esforzarte y a dedicarte a lo que te gusta.
– ¿Cuál cree que ha sido la clave de su éxito profesional?
– Ser 'echada p'adelante'. Podría decir mil cosas, ojalá fuese la constancia, pero no. Es el relacionarme con la gente. No tengo miedo y estoy segura de mí misma siempre. Vivo dentro de mi caos y es parte de mí, me gusta y me ha funcionado. Yo soy un desastre total, porque lo hago todo a mi rollo. Soy muy del último minuto, de ir al límite, de trabajar bajo presión. No tengo miedo.
– Si le pregunto por 'Barbie' y 'Hedwig and the angry inch', ¿qué le viene a la mente?
– Empecé haciendo chaquetas de 'Barbie' y fueron las primeras que pinté y vendí. Lo mismo que con 'Hedwig and the angry inch'. Barbie es como Disney. He sido una niña de los 80 y, gracias a Barbie y a Disney he aprendido muchas cosas, como a crear un mundo de la nada. Es de las cosas que más me animan en el mundo. Soy una loca de los colores y los decorados. Pintaba situaciones de Barbie a mano, con pincel. Con ello empecé a descubrir lo que me gustaba. Todos los mundos que me gustaban, empecé a plasmarlos en las chaquetas.
– ¿Cuál es su próximo reto profesional?
– Una cosa que me apetecería muchísimo hacer es pintar un mural en mi ciudad, poner mi granito de arena y que la gente pueda disfrutarlo, tanto si eres de Madrid como si no lo eres. Algo castizo, con un toque surrealista, como a mí me gusta. Sobre todo, que cuando la gente vea el mural descubra cosas nuevas cada día en él.