"El respeto a los lectores es la máxima que siempre mantengo a la hora de escribir, pero también me gusta asumir riesgos. Intento que cada libro tenga registros diferentes y que se me etiquete de muchas formas. Sentarse dos años delante de un ordenador a escribir lo mismo sería insufrible", afirma la autora en una entrevista durante la presentación del libro en la capital.
El objetivo de la autora, según explica, es que sus historias "perduren en el tiempo", que sean obras "de calidad y atemporales", pero sin sentise atada a las cifras de ventas. Oruña evita ceñirse a un único género, aunque reconoce que es en el "misterio" donde se siente "mas cómoda".
"Creo que soy una mezcla de todo lo que me documento... Aunque, no creo que se me pueda encuadrar en los parámetros de la novela negra purista", afirma la escritora gallega. Con más de 500.000 lectores y superando las 100 ediciones de la serie 'Los libros del puerto escondido' –El camino del fuego es la quinta entrega–, Oruña recupera a la teniente Valentina Redondo, quien se enfrenta por primera vez a un crimen lejos de Cantabria.
Además, juega con la mirada al pasado al evocar unos 'papeles misteriosos' de Lord Byron y la relación entre un librero y una chica de clase acomodada. La presencia del autor romántico surge de una reflexión sobre "el carisma y la perduración en el tiempo. ¿Qué tenía Byron para ser recordado, mientras que otros autores no?", se pregunta.
De hecho, las memorias perdidas de Byron –eliminadas por su editor y su mejor amigo a su muerte– tienen un gran protagonismo en la trama de la novela. Porque, que en su momento fueran enviadas por partes a distintas personas –mediante cartas– permite a la autora jugar con la hipótesis de que existe alguna copia en algún lugar.
Valentina Redondo sale por primera vez de Cantabria, al menos, en lo que a las historias de la saga se refiere... "Quería que los personajes tuvieran la mayor independencia posible de sus roles habituales", apuntala escritora, en su apuesta por 'humanizar' a su personaje, alejándolo del "estatismo" que caracteriza a otros míticos investigadores como Hércules Poirot o Sherlock Holmes. "A ellos no les pesa la vida personal, a mis personajes sí y cambian la trama".
Además, incide en que su protagonista no asuma siempre todo el peso de la investigación, ni de la trama. "Me gusta que haya un juego de astucia, pero sólo como una capa. No quiero que resolver el crimen se convierta en una yincana, una competición de a ver quién es el más listo y resuelve todo antes", ha señalado.
De hecho, Oruña confiesa que su punto de partida suele ser "una noticia que podría estar un domingo en un periódico" y, a partir de ahí, ofrecer un caso que "se pueda resolver con ciencia e historia, sin trampas". "Valentina no representa el tópico del investigador, que son todos inteligentísimos: ella no es tan lista, pero sí una curranta y muy pesada", comenta con humor.
"Al final, la resolución de un caso es trabajo en equipo, pero es que la vida es así. Uno no siempre puede estar en la cresta de la ola y una sola persona no tiene las respuestas a todo", concluye.
La teniente Valentina Redondo y su compañero Oliver deciden tomarse unas vacaciones y viajan a Escocia para visitar a la familia de este. Su padre, Arthur Gordon, está empeñado en recuperar parte del patrimonio y de la historia de sus antepasados y ha adquirido el castillo de Huntly, en las Highlands, que había pertenecido a su familia hasta el siglo XVII.
Durante la rehabilitación del edificio, encuentra un diminuto despacho que llevaba oculto doscientos años y en él, documentos que revelan que las memorias de Lord Byron –supuestamente quemadas a comienzos del siglo XIX– pueden seguir intactas y hallarse entre esas paredes.
Pronto correrá la voz del extraordinario hallazgo y tanto la prensa de todo el país como varias personas allegadas a la familia se acercarán a ellos para seguir el curioso acontecimiento. Sin embargo, la aparición de un hombre muerto en el castillo hará que Oliver y Valentina se sumerjan en una inesperada investigación, que los llevará a adentrarse en la Escocia de épocas pasadas y que cambiará el destino de los Gordon e, incluso, la propia historia.
Al tiempo, viajaremos a mediados del siglo XIX y descubriremos cómo Jules Berlioz –un modesto librero de las Highlands– y Mary MacLeod –una joven perteneciente a una familia escocesa acomodada– entrecruzan sus pasos en un camino literario y prohibido, en el que el crimen lo salpicará todo de dudas y silencio hasta nuestros días.