Cada ciudadano colaboró separando 35,6 kilogramos de recipientes en contenedores y papeleras amarillas y azules en 2022, para hacer posible su posterior reciclaje.
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha celebrado estos datos –incluidos en el informe de actividad de la organización sin ánimo de lucro Ecoembes–, subrayando la importancia de la contribución que, con este gesto, han aportado los madrileños a la economía circular de la región.
Así, "cada vez más envases pueden convertirse en nueva materia prima para crear, a partir de ellos, otros productos como textiles, mobiliario urbano, tuberías y nuevos recipientes", ha destacado Novillo.
Por tipo de material, 94.527 toneladas enviadas a reciclar en 2021 en la Comunidad procedían de plásticos, 108.960 correspondían a papel y cartón, 32.145 toneladas eran restos de productos metálicos y 1.897, de madera.
Del total, 217.172 toneladas procedían de los envases que los ciudadanos depositaron en los 148.062 contenedores amarillos (botellas y envases de plástico, envases metálicos y briks, bandejas y papel de aluminio, recipientes de madera o corcho blanco o aerosoles) y azules (papel y cartón) distribuidos en la región, así como de papeleras de colores instaladas en espacios de gran afluencia de público, como parques temáticos, aeropuertos, estadios de fútbol, oficinas, bares y restaurantes.
La cantidad restante se consiguió recuperar de las plantas de la fracción resto (basura no reciclable), a las que llegan todo tipo de residuos sin separar.
Según los datos ofrecidos en la memoria de Ecoembes, en la región están disponibles en las calles 122.589 contenedores amarillos, lo que supone un aumento de 1.567 contenedores respecto a 2021.