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La 'novela negra' que crea adictos

Santiago Díaz es, en la actualidad, uno de los escritores más interesantes de la novela negra española. Con la reciente publicación de 'Indira', cierra la trilogía protagonizada por la inspectora Ramos. Probablemente. (Foto: © Miguel Garrote).

‘Indira’ es la tercera entrega de su saga sobre la inspectora Ramos, publicada por Reservoir Books

Paz Romanillos | Jueves 07 de septiembre de 2023
Santiago Díaz, que debutó con ‘Talión’ (2018), se ha convertido en un 'superventas' gracias a la inspectora Indira Ramos, que da título y cierra, en principio, la trilogía, cuyos títulos previos son 'El buen padre' y 'Las otras niñas'.

“Y tú, ¿qué harías en su situación?”. Esa es la pregunta que deja en el aire Santiago Díaz. Su nueva creación, Indira (Reservoir books), es la tercera entrega sobre la investigadora Indira Ramos, que inició con El buen padre, seguida de Las otras niñas.

La inspectora Ramos tendrá que enfrentarse, junto al inspector Iván Moreno, a un caso que les unirá o les separará para siempre. Su equipo está ahora compuesto por la subinspectora María Ortega, por una agente Lucía Navarro más taciturna de lo habitual tras su rehabilitación y por Jotadé, un oficial de origen gitano de métodos poco ortodoxos, pero efectivos, que pondrá patas arriba la vida de sus compañeros.

Deberán investigar el hallazgo de varios cadáveres en un solar en construcción. Nada parece unir a las víctimas y sólo revolviendo en su pasado podrán entender por qué los han ido matando uno a uno.

Indira está concebida como un enorme flashback, que comienza con lo que parece el intento de suicido de su protagonista. ¿Por qué Indira está dispuesta a saltar desde un octavo piso? Es la pregunta que muerde la curiosidad del lector hasta la última página, junto con otro dilema que asalta la escala de valores de cualquiera que se ponga a él: ¿hasta dónde llegaríamos por proteger a un ser querido de una situación de violencia?

“Uno nunca piensa que pueda asesinar a nadie. Pero, ¿en qué punto es irremediable? Eso es lo que se plantea en Indira, que te planta ante la posibilidad de matar a alguien a sangre fría. "Como persona, esa posibilidad te interpela y, en ese momento, mientras lees, piensas que no eres moralmente tan estable como pensabas. Eso tiene un enorme poder de atracción”, explica Díaz.

– ¿De verdad 'Indira' cierra la trilogía?

– El final es bastante cerrado, aunque hay un personaje, Jotadé, el policía gitano, que ha tenido mucho éxito y que todavía tiene muchas cosas que contar. Ahora estoy trabajando en un thriller histórico y, después, escribiré, al menos, una entrega protagonizada por Jotadé. Pero, en realidad, no sé si será la última... Mi plan inicial fue escribir estas tres novelas, pero, como vengo del mundo del guion, me gusta que los personajes evolucionen. Quizás haya sorpresas...

– ¿Qué tal se lleva el éxito?

– Me siento muy afortunado y estoy feliz. Pero, procuro seguir con los pies en el suelo, con la misma vida que antes. Estoy muy agradecido por el feedback que recibo cada día en las redes. Sin embargo, ahora tengo una mayor responsabilidad cuando me siento a escribir, porque no quiero decepcionar a los lectores, quiero que sigan disfrutando, que no puedan parar de leer. Ese es para mí el mayor éxito y sigue siendo mi objetivo.

– ¿Hay una fórmula para enganchar a los lectores?

Busco adicción, que empieces a leer y tengas que seguir, y no puedas parar. Me gusta que los personajes tengan matices, dobleces, que sean creíbles. También me fascina crear muchas tramas y que la acción sea rápida, trepidante.

– ¿Qué parte del éxito le debe a la inspectora Ramos?

– Mucho. Desde el principio, tuve claro que la protagonista sería una mujer con un instinto policial increíble. Es un personaje que fascina desde las primeras páginas, no sólo sus peculiaridades, sino también por su destreza a la hora de abordar cada nuevo caso. Y, a medida que la vas conociendo, quieres saber más de ella.

– Los secretos y las falsas apariencias están presentes a lo largo de las tramas de la trilogía...

– Los secretos son uno de los ingredientes fundamentales de cualquier novela, algo que se oculta, porque puede cambiar o complicar la vida de los personajes. Siempre da mucho juego al escritor. Y, además, nada es lo que parece. Tiro mucho de hemeroteca para escribir tramas y darle matices a los personajes y, a veces, descubro noticias que me hacen estremecer. La realidad, a menudo, es peor que la ficción.

– ¿Sería políticamente incorrecto decir que los malos fascinan?

– A mí me fascinan los malos, son más seductores, más imprevisibles, dan más juego. Me encanta crear villanos, personajes oscuros, sin escrúpulos, que hacen cualquier cosa por alcanzar el éxito o tener poder. Nos atraen, porque pululan en ambientes sórdidos, truculentos, en paisajes alejados de nuestro día a día, donde hay drogas, asesinatos, asuntos turbios. Lo prohibido siempre seduce más.

– Ha comentado, al comienzo de la entrevista, que tiene previsto un cambio de género literario...

– He decidido dejar a un lado la novela negra por un tiempo. Ahora estoy inmerso en la escritura de un thriller histórico, que espero tener listo en breve.

– Para usted, escribir, ¿qué representa?

Me gusta contar historias, crear personajes, desarrollar tramas. Me fascina tanto, que escribo todos los días, aunque sea un párrafo. Me relaja, me entretiene y también sufro. No sé hacer otra cosa en la vida.

– Ha dejado de escribir guiones. ¿Lo va a echar de menos?

– Hasta publicar la trilogía de Indira, compaginaba ambos oficios, pero ahora me dedico en exclusividad a la literatura. Escribiendo mis novelas, me siento más cómodo, tengo más libertad, aunque también es más inseguro. El mundo de los guionistas es muy injusto y está infravalorado. En 25 años de carrera, como guionista me han hecho tres entrevistas y, para hablar de Indira, he tenido 30 en una semana.

Lo que ya está confirmado es que la primera parte de la saga sobre la inspectora Ramos, El buen padre, ya ha iniciado los trámites para que tenga una traducción audiovisual. “Está en buenas manos, pero en el negocio audiovisual nunca se sabe, porque se pasan muchos niveles y cortes”, asegura el escritor, con más de seiscientos guiones escritos a sus espaldas.

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