Las propuestas han partido del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de la capital, dentro de una revisión que "pone en valor la arquitectura contemporánea de la segunda mitad del siglo XX, vestigios de la ciudad lineal diseñada por Arturo Soria o aquellos inmuebles que no estaban incluidos en el Plan General de Ordenación Urbana de 1997 (PGOU)", ha indicado el Consistorio.
Se trata de "la mayor ampliación en el último cuarto de siglo y sitúa a la capital como referente en materia de protección de su patrimonio cultural, porque la ciudad tendrá a partir de ahora 21.030 edificios protegidos".
Tras la aprobación provisional el pasado 28 de marzo por parte del Pleno del Ayuntamiento de Madrid de esta modificación del PGOU, la Comisión de Urbanismo de la Comunidad de Madrid informó favorablemente de la revisión del catálogo y de la incorporación de estos 734 inmuebles. Finalmente, el Consejo de Gobierno autonómico ha dado su visto bueno a la propuesta.
Esta modificación del catálogo viene motivada por la necesidad de incorporar edificios que no se incluyeron en su momento. En primer lugar, hasta un total de 686 edificios de la segunda mitad del siglo XX que, por su fecha de construcción, superaban o eran demasiado cercanos al límite temporal de estudio (1980).
Así, destaca la protección de edificios emblemáticos de la ciudad, como La Unión y el Fénix (paseo de la Castellana, 33), actual sede de Mutua Madrileña. De esta obra arquitectónica diseñada por Luis Gutiérrez Soto,se ha querido destacar su valor ambiental, al formar parte de un paisaje reconocible, además de ser un ejemplo de la arquitectura terciaria de oficinas en altura que caracteriza a este paseo en el corazón de la capital.
Torre Picasso, obra del arquitecto norteamericano de origen japonés Minoru Yamasaki, ha sido incorporada al catálogo para poner en valor el carácter precursor que esta construcción tuvo en su momento para el municipio.
En lo que concierne a los edificios de la segunda mitad del siglo XX, se ha incluido en el catálogo la Fundación Juan March (Castelló, 77) "no sólo por ser un edificio representativo en la memoria histórica de la ciudad derivada de su valor iconográfico y por su trascendencia como obra de un autor del prestigio de José Luis Picardo, sino por constituir también un modelo tipológico de carácter excepcional a nivel estilístico y funcional".
El blindaje patrimonial también afecta, desde ahora, a la Torre de Valencia (O'Donnell, 6), "por su importancia urbana al erigirse en uno de los hitos más reconocibles del perfil de la ciudad".
La Basílica Hispanoamérica Nuestra Señora de la Merced (calle de Edgar Neville), el edificio de viviendas en el 33 de la calle de O'Donnell, diseñado por Antonio Lamela, el Convento de Nuestra Señora de Filipinas y Padres Dominicos (Conde de Peñalver, 40) y el Edificio Beatriz (Ortega y Gasset, 29) también han sido protegidos a través de su inclusión en el catálogo.
Dentro de este primer grupo han sido un total 183 los edificios aislados protegidos. A ellos hay que sumar 503 edificios agrupados en once conjuntos homogéneos, como la Cooperativa de Viviendas Militares, de Alberto Aguilera; el conjunto del Parque de las Naciones, de Chamberí, o el Poblado de Almendrales, en el distrito de Usera.
En segundo lugar, la revisión ha tenido en cuenta edificios considerados vestigios de valor ambiental, que respondieron en su momento a planteamientos específicos de planificación urbana con relevancia histórica. En concreto, este objetivo se centraba en la ciudad lineal diseñada por Arturo Soria y la ampliación ha incluido un total de 31 edificaciones.
Como ejemplos destaca el Hotel Rubín (Arturo Soria, 124), actual residencia de menores y antigua casa de Arturo Soria; el edificio principal del Colegio de Huérfanos de la Armada (Arturo Soria, 285) y el Palacio de Villa Menchu (María Lombillo, 1).
El tercer grupo de edificios incorporados al catálogo es el integrado por 17 edificaciones a las que la legislación posterior al PG97 y, en concreto, la Ley de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, ha otorgado una protección cautelar.
Es el caso de la Ermita de la Torre en la Galiana, la Ermita de San Isidro, los pabellones residenciales de la antigua estación de Villaverde, el Colegio de Santa Cruz, en Carabanchel, o el antiguo lavadero de Hortaleza, entre otros.
El único edificio que ha quedado pendiente de aprobación es el Cuartel de San Cristóbal, en el distrito de Villaverde, cuya catalogación parcial propuso el Ayuntamiento y cuyo régimen de protección ajustó tras un informe recibido del Ministerio de Defensa, pero para el que la comisión requiere de la conformidad expresa del ministerio.