Bajo el nombre de Yaya's Consulting, la iniciativa cuenta con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU, y busca reducir el desperdicio alimentario, un "problema acuciante con consecuencias sociales y ambientales y cuya solución es responsabilidad de todos", sostienen ambas organizaciones.
También anima a las empresas socialmente responsables a seguir buscando las mejores soluciones para afrontar este problema de una manera "sencilla y asequible, tal y como lo haría tu abuela".
En palabras de la subdirectora de la ONG Codespa, Elena Martínez, la campaña nace con el objetivo de unir esfuerzos de empresas y organizaciones sociales comprometidas en torno al consumo responsable. "Estamos convencidos de que la sensibilización tiene que orientarse a pequeñas acciones que, aplicando el sentido común, tenemos al alcance cada uno". "Compartir buenas prácticas y aprendizajes es clave para que muchos se sumen a construir un futuro más sostenible", ha añadido.
En lo referente a la parte de las abuelas, el director de la asociación sin ánimo de lucro A+Familias, Javier Dias de la Fuente, ha explicado que se han inspirado en lo que ha denominado "el corazón de A+Familias". Es decir, las mujeres –madres y abuelas– en situación de vulnerabilidad, que, por sus circunstancias, han desarrollado habilidades y capacidades para no desperdiciar alimentos. "Han sido, desde la fundación de la entidad, nuestras grandes maestras y referentes para luchar contra el desperdicio alimentario", ha añadido.
Hasta ahora, se han unido compañías como Carrefour, Sqrups, ILUNION Hotels, Arroz SOS, Coometas y su app 'Encantado de Comerte' y Naria.
El sector privado, con iniciativas como 'La alimentación no tiene desperdicio', promovida por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores AECOC, lleva una década incorporando buenas prácticas para detener el desperdicio alimentario, integrando también el uso de la tecnología para hacer más eficientes los sistemas de producción y distribución y para darle una segunda vida a través de las entidades sociales.
La Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 (ODS 12), Producción y consumo responsables, plantea como meta "reducir a la mitad el desperdicio de alimentos 'per cápita' mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro."
El desperdicio alimentario engloba aquellos productos agrícolas y alimentarios descartados de la cadena alimentaria, que siguen siendo "perfectamente comestibles" y adecuados para el consumo humano y que terminan desechados como residuo.
Según los datos que suministra el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, recopilados por Codespa, en España se produce un desperdicio alimentario que asciende a una media de 30 kg anuales por persona.
Este desperdicio se produce en todos los puntos de la cadena de valor del sistema alimentario, por lo que requiere del compromiso de toda la sociedad para alcanzar el objetivo común.