En concreto, con este iniciativa, la primera huelga en la educación secundaria convocada por familias, se busca denunciar el retraso en los plazos de fin de obra del nuevo instituto María Goyri Goyri, que debería haber estado finalizado el 30 de noviembre, de modo que el traslado se haría a principios de 2024.
"Faltan apenas seis días para que, teóricamente, esté finalizado, pero, paseando por la zona y viendo el aspecto de las obras, resulta bastante difícil de creer que este plazo vaya a cumplirse", han indicado los convocantes de la huelga, AMPAS de los centros educativos del barrio y la Asociación Vecinal Independiente de Butarque (AVIB).
Este sería, según han indicado, el tercer retraso en la puesta en marcha de este centro, mientras que el alumnado de estos dos centros (más de 1.500 jóvenes) convive en las instalaciones del IES Juan Ramón Jiménez, "en una situación de hacinamiento y con unas instalaciones que no cubren sus necesidades educativas".
"Estamos hartos de que nuestras hijos tengan que padecer una educación precaria por culpa de la dejadez y falta de previsión de la Comunidad de Madrid", aseguran los convocantes de esta protesta, que cuenta con el apoyo del Sindicato de Estudiantes.
Fuentes de la Consejería de Educación han precisado que las obras están prácticamente terminadas y que será el centro el que organice el traslado. Asimismo, han indicado que la propia dirección del centro ya ha informado a las familias.
Primero fue el CEIP El Greco quien tuvo que sufrir dos ampliaciones antes de estar terminado y, posteriormente, este mismo centro tuvo que acoger al alumnado del segundo centro del barrio, el CEIP Ausiàs March, que estuvo funcionando tres años sin tener un edificio propio.
Posteriormente, El Greco también acogió varios cursos al Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Juan Ramón Jiménez, porque este instituto –el primero del barrio– también comenzó a funcionar sin contar con un edificio propio y se construyó en un total de cuatro fases.
"Esta situación ha condenado a dos generaciones de niños y niñas a convivir continuamente con obras, a estar hacinados dentro de otros centros, a no poder contar con los desdobles de clases ni disponer de laboratorios, bibliotecas y otras instalaciones, además de otros problemas estructurales que, incluso, afectan al uso de los baños", han lamentado los convocantes.
En este sentido, los convocantes exigen que en el segundo trimestre de este curso académico el alumnado comience las clases en el nuevo centro, algo que le han transmitido a la Consejería de Educación con el objetivo de que pueda elaborar un plan de traslado urgente "para que, después de las vacaciones navideñas, todo vuelva a la normalidad".
"La Consejería de Educación no se ha dignado siquiera a contestar a las familias, a pesar de haber adquirido el compromiso de que la situación actual era temporal y que sería revertida una vez terminara el primer trimestre", han señalado.
Por todo ello y ante el "hartazgo de la situación", las familias han aprobado en asamblea la convocatoria de huelga el 1 de diciembre. "Será la primera vez en la historia de Madrid, que los padres y madres no llevarán a los menores a clase, para protestar por una situación que dura ya demasiados años y que está perjudicando la calidad de la enseñanza de sus hijos e hijas", han zanjado.