La Dramática Errante, compañía que firma la adaptación libre del texto de Lorca y la dirección del montaje, aborda varios temas que "merecen ser revisados", como la maternidad y la fertilidad, que, ubicados hoy en día, "multiplican el espectro de problemáticas que planteaba Lorca en su Yerma original", explican.
La directora, dramaturga y actriz bilbaína María Goiricelaya codirige la compañía, junto con la actriz, ilustradora y gestora cultural Ane Pikaza, protagonista de esta Yerma. Un papel que le supuso la nominación a Mejor Actriz en los Max de 2023.
El resto del elenco está compuesto por los intérpretes Aitor Borobia, Leire Orbe, Unai Izquierdo y Loli Astoreka, y de colaboradores habituales como son David Alkorta (escenografía e iluminación), Estudio Gheada (visuales), Zabala (música), Ibon Aguirre (espacio sonoro) y Daniel F. Carrasco (vestuario), entre otros.
Ella es una prestigiosa artista. Su pareja, un exitoso hombre de negocios. Su hermana, una mujer atropellada por la vida, que vive una maternidad no deseada. Su madre, esa persona que nunca la abrazó. Y su ex pareja, alguien con quien ser madre fue una posibilidad.
La compañía plantea una Yerma "sin una palabra de Lorca", pero que contiene la visión de todas aquellas mujeres que hoy se enfrentan a la imposibilidad de tener descendencia. Porque "son muchas", aunque "nadie hable de ellas".
"Y son como ella: mujeres exitosas en sus trabajos, mujeres normales, independientes, con sus parejas, su aparente empoderamiento, sus sueños y un único deseo no concedido: el de la maternidad".
La obra plantea un "conflicto biológico y emocional". "Eso es esta Yerma, esa mujer donde lo natural y bello se vuelve obsesivo y doloroso. Esa mujer donde el deseo es capaz de llevarse por delante el amor", han recalcado.
Y es que la fertilidad de la mujer comienza a descender a los 35 años y cae en picado a partir de los 38. Aparece así una "división" entre la conocida como "edad reproductiva biológica" y la llamada "edad reproductiva social". En una época en la que las clínicas de fertilidad se multiplican, hay un "problema de fondo" que conduce al Lorca original.
En el espectáculo, la compañía se plantea una búsqueda de una "nueva adaptación y dramaturgia" del clásico de Yerma, un lenguaje escénico que convive con una "propuesta artística plástica" en directo y "romper con los tabúes" y sacar a la esfera pública una "reflexión que miles de mujeres esconden por vergüenza".
La Dramática Errante es el sello artístico adoptado por Ane Pikaza y Marñia Goiricelaya. Hace tres años, dieron el salto a la creación de sus propios espectáculos, con el fin de afianzar su propia forma de contar historias; ambas creadoras apuestan por la creación integral de sus piezas, siempre volcadas en aspectos de carácter social.
Sus objetivos se basan en el "tratamiento de temáticas de trascendencia" que fomenten el teatro como un arte capaz de generar "reflexión y mejora social", creación de textos propios que contribuyan a la generación de nuevas dramaturgias en el teatro vasco, búsqueda de nuevas poéticas que ahonden en el arte teatral como medio de expresión, etc.
Algunos de sus montajes son De amor y luz / Maitasunez eta argiz, Uccelli, 7 minutos, Que siempre estamos todos y Un cocodrilo en el techo o Altsasu.