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Tecnología y arte se unen en 'Ventanas al futuro'

El Espacio Fundación Telefónica presenta ‘Ventanas al futuro’, una exposición que incluye seis grandes instalaciones audiovisuales que nos invitan a imaginar escenarios de futuros alejados de los estereotipos más convencionales de la ciencia ficción desde una óptica optimista e inspiradora. (Foto: Espacio Fundación Telefónica).

En el marco del Centenario de Telefónica, puede verse de manera gratuita, hasta el 28 de julio

Paz Romanillos | Martes 13 de febrero de 2024
Llega al Espacio Fundación Telefónica la exposición 'Ventanas al futuro', hasta el 28 de julio, dentro del Centenario de Telefónica, en la que las obras utilizan la inteligencia artificial y los patrones fractales, para desafiar las percepciones actuales.

Espacio Fundación Telefónica acoge 'Ventanas al futuro', una exposición de seis grandes instalaciones audiovisuales, que "invitan a imaginar escenarios de futuros alejados de los estereotipos más convencionales de la ciencia ficción, desde una óptica optimista e inspiradora y con la tecnología como elemento clave para mostrar ese provenir".

La muestra es la primera que se presenta en el marco de la celebración del Centenario de Telefónica y podrá verse, de manera gratuita, en la planta tercera del Espacio hasta el 28 de julio.

Paul Trillo, GMUNK, Inferstudio, Boldtron, Lifefoms y fuse son quienes generan estas historias, a través del uso de CGI, inteligencia artificial o patrones fractales, que "cuestionan las estéticas futuristas arraigadas" en el imaginario colectivo y "desafían las percepciones actuales". Asesorando el proyecto, ha colaborado el estudio Invisible.

Ventanas al futuro forma parte de una trilogía narrativa sobre el futuro iniciada en Espacio Fundación Telefónica con La gran imaginación. Historias del futuro y Liam Young. Construir mundos, ambas muestras enfocadas a proyectar escenarios de ficción y mundos alternativos a partir de la tecnología.

Respecto a Notas para mi yo futuro (2024), de Paul Trillo, ha adelantado que adentra en "el difuso umbral entre el hoy y el mañana". "En esta pieza despliega las voces de personas corrientes que articulan para sí los pensamientos que atraviesan su mente antes de dormir. Rodeados de un paisaje onírico generado por inteligencia artificial y ataviados con su ropa de cama, estos individuos expresan en el vacío propósitos personales, que van de lo más mundano a lo más profundo", ha apuntado.


En Código sináptico: patrones de una conciencia digital (2024), GMUNK propone experimentar el mundo desde la perspectiva de una máquina, combinando la visualización de datos con emociones digitalizadas, donde "muestra la capacidad mental del ser humano para navegar y transformarse en un mundo cada vez más virtual e intangible".

"La obra plasma un futuro donde humanos y máquinas se relacionan en perfecta armonía, fusionando pulsiones artificiales y humanas. Los recuerdos, formalizados en la pantalla como un flujo, simulan el ritmo de la respiración, entrelazando lo natural con lo digital, a través de complejas estructuras de datos que nos recuerdan a las ondas cerebrales", ha señalado la Fundación.

Inferstudio, formado por Nathan Su, Bethany Edgoose y Sarah Su, presenta Atlas entrelazado (2024), donde explora cómo la expansión de la noción de presencia que conlleva la realidad mixta podría, eventualmente, generar espacios cotidianos híbridos, donde "la conciencia de seres y entornos lejanos pudiera propiciar nuevos comportamientos, rituales o incluso lazos de parentesco, con paisajes y animales, que actuarían como un miembro más de la familia".

"Con el fin de lograr esta perfecta simbiosis, una serie de globos silenciosos, que no generan huella ecológica, flotan por toda la superficie terrestre recabando datos. A través de tecnologías XR, estas imágenes se reproducen en tiempo real en nuestro entorno cotidiano. Por ejemplo, la majestuosa representación virtual en tiempo real de un árbol se convierte en un elemento más de la vida familiar. Esta obra invita a preguntarnos sobre el potencial de este vínculo afectivo con los rincones más remotos del Planeta", ha señalado.


Boldtron, el nombre artístico de los hermanos Xavier y Daniel Cardona, llevan a esta muestra Camino (2024), que parte de un escenario aparentemente desolado y sumerge gradualmente al espectador en un mundo que se va desvelando lleno de vida. A través de una experiencia contemplativa, el viaje invita a explorar conceptos como la memoria y la idea de futuro desde un plano sensorial.

El estudio de diseño Lifeforms, formado por Lidija Kljakovic y Damjan Jovanovic, presenta la pieza Orbital (2024), que sitúa en el espacio en el año 2350, donde la humanidad ha expandido su presencia como colaboradores de un equilibrio cósmico basado en la interconexión entre humanos, máquinas y naturaleza.



La obra guía a los visitantes por un viaje espacial a través del asentamiento –la primera colonia espacial habitada por humanos, robots autónomos y un conjunto de inteligencias artificiales– e imagina los planos científico, político y espiritual de un futuro forjado por decisiones basadas en la cooperación y la coexistencia pacífica en un universo compartido. La Tierra se convierte en un exuberante jardín, mientras que los asentamientos orbitales evocan asombrosos avances técnicos y se alzan como ejemplo de una nueva forma de convivencia, impulsada por la energía solar.

Onírica (2023), la pieza creada por fuse, se nutre de los sueños y, con ayuda de algoritmos capaces de traducir contenidos textuales en imágenes, presenta un relato audiovisual que devuelve las visiones nocturnas al dominio de lo visible. La obra surge de un proyecto de investigación dirigido por las universidades de Bolonia y California Santa Cruz, en el que se recabaron dos bancos de sueños de miles de voluntarios. A sus relatos se aplicó un sistema de aprendizaje automático encargado de transformar la narración en un corte audiovisual con los personajes, objetos y paisajes descritos.


La tecnología asume así el papel de un asistente creativo que interpreta las indicaciones del director, proponiendo posibles ideas y soluciones, por lo que Onírica aborda desde un punto de vista inédito y exploratorio la tensión creada por la interpretación de una experiencia puramente humana, el sueño, a través de los ojos de las nuevas tecnologías.

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