Al atardecer, esta iluminación especial, que se repetirá este lunes, ha recordado junto al monumento del 11M en Atocha a los 192 fallecidos que causaron hace 20 años la explosión de las bombas colocadas en cuatro trenes de Cercanías, en las estaciones de Atocha, Santa Eugenia, El Pozo y junto a la calle de Téllez, así como al GEO Francisco Javier Torrenteras, fallecido a causa de las heridas sufridas cuando siete autores de los atentados se suicidaron con bombas, el 3 de abril, en Leganés.
Previamente, ha sido inaugurado un nuevo espacio de recogimiento en la estación de Atocha, justo debajo del lugar que ocupaba el monumento conmemorativo que se encontraba en superficie, por el que cada día transitan más de 15 millones de personas, "tanto madrileños que utilizan el transporte público como extranjeros que desconocen lo que ocurrió en este punto", para que no se olvide la que es la mayor masacre terrorista en suelo europeo.
Un acto al que han acudido el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín; el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo; así como la delegada del Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Marta Rivera de la Cruz; el consejero delegado de Metro, Ignacio Vázquez, diputados y víctimas.
Durante su intervención, Rodrigo ha llamado a "no olvidar" este atendado y recordar a las víctimas "de la sinrazón y el fanatismo terrorista". "La mejor manera de combatir las consecuencias del terrorismo es la unión entre los ciudadanos, entre la sociedad civil y las instituciones públicas en la defensa de la vida, la verdad y del bien común", ha recalcado, que ha subrayado que "el terrorismo, por mucho daño que haga y venga de donde venga, nunca podrá romper la unidad de la sociedad frente a la barbarie y el dolor".
Este nueva área de recogimiento ocupa una superficie total de 2.000 metros cuadrados, cuadriplicando el espacio anterior que era de 400. "Este espacio es una necesidad de recuerdo, un homenaje a todas las personas que sufrieron durante todos esos días, a sus familias, a los heridos y a todos los que fallecieron", ha explicado el consejero de Transportes.
Las paredes están pintadas de color azul cobalto, el elegido por las asociaciones de víctimas para este entorno, y llevan grabadas los nombres de los fallecidos en el atentado del 11 de marzo del 2004 de Madrid, así como algunas de las frases que se podían leer en el monumento, ahora desmontado. Entre ellas, figuran mensajes como "no a la violencia", "todos íbamos en ese tren", "nunca os iréis del todo", "no hay camino para la paz, la paz es el camino" o "por todos vosotros seremos mejores". También se recogen textos en euskera, catalán inglés, francés, portugués, árabe, ucraniano, rumano, polaco, búlgaro y georgiano.
Además, se han instalado 193 puntos de iluminación en el techo, que representan a cada una de las personas que perdieron la vida en el atentado.
"Todo realizado con la máxima sensibilidad, solemnidad y respeto para las víctimas", ha explicado Rodrigo. "Espero que este espacio sirva para mostrar el comportamiento y sobre todo el compromiso de las administraciones públicas con los ciudadanos madrileños y seguir dando a conocer lo que ocurrió hace 20 años. La gran cantidad de ciudadanos que pasará por este vestíbulo nos ayudará en el objetivo de mostrar y recordar lo ocurrido, sobre todo para que lo conozcan los más jóvenes y todas las generaciones que faltan por llegar. Nunca olvidaremos lo que pasó y siempre estaremos con las víctimas", ha resaltado.
Por su parte, el consejero de Presidencia ha subrayado que este espacio recuerda que hace 20 años "Madrid quedó suspendido en el tiempo por la incredulidad, por la angustia y por el miedo" por ese "horror indescriptible" y ha puesto en valor el comportamiento que tuvieron ese día tanto los servicios de emergencias como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y los ciudadanos.
En declaraciones a los medios, Francisco Alameda Sánchez, secretario de la Asociación 11M-Afectados del Terrorismo, ha destacado que la Comunidad ha trabajado en colaboración con las víctimas para realizar este espacio, y que "da más visibilidad" respecto al que había anteriormente.
"Da muchísima más visibilidad; antes pasaba prácticamente inadvertido", ha subrayado Montserrat Sol, que perdió a su hermana en las explosiones de la calle de Téllez y pertenece a la misma asociación.
Han remarcado que falta inaugurar el monumento en superficie. El monumento del 11-M en Atocha fue desmontado para el desarrollo de las obras de la línea 11 de Metro, unos trabajos planteados en dos fases: una centrada en el cilindro exterior y otra para la parte interior, donde se ha instalado este nuevo memorial, en el vestíbulo de la estación.