Madrid ha sido reconocida, por quinto año consecutivo, como Ciudad Arbórea del Mundo por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Fundación Arbor Day, por el mantenimiento de su arbolado urbano y zonas verdes.
Como una muestra más del compromiso del Ayuntamiento con su patrimonio verde, el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad renueva el contrato destinado al Servicio de inspección, evaluación y actuación en el arbolado de riesgo de Madrid (Server), con más presupuesto, tecnificación e incorporando 20.405 nuevos ejemplares.
El presupuesto para el periodo 2024-2028 asciende a 33,8 millones de euros, según ha informado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante. Se distribuirá en cuatro anualidades, y supondrá un 10,4% más que el anterior (30.673.514 euros), con el fin de garantizar una prestación adecuada del servicio.
El servicio de control del riesgo del arbolado (Server) se ha consolidado, desde su inició en 2018, como una prestación de referencia. Ahora sumará a sus labores la supervisión de 16.877 árboles del parque de El Retiro, prácticamente la totalidad de su masa arbórea, y 3.528 unidades de zonas interbloques. De esta manera, el Ayuntamiento refuerza las labores de vigilancia sobre estos jardines históricos, una de las instalaciones verdes de la ciudad con arbolado más maduro.
Hasta ahora, los trabajos de inspección del Retiro, además de su mantenimiento, se llevaban exclusivamente a cabo –como en otras zonas de la ciudad– por parte de técnicos municipales y las empresas contratistas. Con la inclusión de las tareas de revisión del Retiro en el nuevo contrato del Server, el Ayuntamiento ofrece más garantías de seguridad para los ciudadanos en el recinto. De esta forma, se tendrá una visión global de todo el arbolado de conservación municipal de la ciudad.
El cuidado de los árboles con Server engloba 350.000 ejemplares, principalmente los árboles maduros y viejos que son los de mayor probabilidad de fallo, que se encuentran en suelo municipal de Madrid y que se incluyen en los tres contratos de conservación del Área Delegada de Limpieza y Zonas Verdes: el de conservación, mantenimiento, limpieza de zonas verdes y arbolado viario de la ciudad de Madrid –excluyéndose las zonas forestales–; el de conservación integral de parques y viveros municipales –también excluidas las áreas forestales–, y el de limpieza y conservación de las zonas interbloques de Madrid.
Para afrontar las necesidades y el mantenimiento de los ejemplares, se ha puesto especial atención presupuestaria en la maquinaría utilizada para los cuidados, que aumenta un 21,9%, pasando de los 389.998 euros consignados en el periodo 2018-2024 a los 468.472 para las nuevas cuatro anualidades. El nuevo servicio refleja también una mejora en la cualificación de los perfiles técnicos. Así, ha aumentado en un 100% el número de técnicos titulados.
Este contrato tiene cuatro finalidades concretas. La primera es llevar a cabo inspecciones continuas, ordenadas y planificadas para evaluar la mecánica arbórea y sus posibles defectos con el fin de aplicar la segunda, que es la ejecución de acciones tras esa evaluación para reducir o eliminar el riesgo inminente del arbolado. En tercer lugar, registrar todas aquellas incidencias en los árboles detectadas por parte de Policía Municipal, Bomberos, SELUR y servicios técnicos municipales con un servicio permanente 24 horas al día, 365 días al año, para crear patrones de fallo y, en cuarto lugar, impartir actividades formativas para la divulgación del conocimiento del árbol, dirigidas tanto a los ciudadanos en general como a servicios técnicos municipales, en particular.
Con el fin de garantizar la conservación y protección de los árboles de la capital y evitar posibles daños a los ciudadanos, es prioritario que el Ayuntamiento tenga una visión y un conocimiento del conjunto de la masa arbórea.
Todos los ejemplares se clasifican en dos categorías que determinarán la frecuencia de revisión y el tipo de inspección a efectuar y que se establecen en función de las características de cada árbol, su ubicación, la especie, el tamaño, el estado o los defectos. Así, se da la existencia de árboles maduros y viejos y árboles adultos, jóvenes y no consolidados.
En relación con los árboles maduros y viejos, el contrato establece una subclasificación para su tratamiento en función de si tienen mayor o menor probabilidad de constituir una incidencia. Para los que pueden entrañar más riesgo se realizará, al menos, una inspección anual que recoge más parámetros de medición que una inspección básica. Para los de menor probabilidad de incidencia, se realizará una inspección cada dos años.
Estas evaluaciones servirán para analizar la evolución de los defectos detectados en anteriores inspecciones, evaluar la mecánica y las cargas del árbol, identificar posibles fallos y proponer acciones para el control de su estructura y la minimización de riesgos.
Respecto a los árboles adultos, jóvenes y no consolidados, se realizará una revisión y actualización de la información, en el primer año de contrato, en un periodo de seis meses y una vez hayan brotado.
Estas inspecciones servirán de base a Server para realizar actuaciones concretas para la minimización del riesgo detectado y siempre con la premisa de mantener, en la medida de la posible, la integridad del árbol.
Otra parte destacada del contrato hace referencia al servicio especializado que deberá prestarse en el registro y la atención a las incidencias por riesgo o caída de arbolado, con el fin de realizar un análisis real de los fallos.
Server asistirá, con posterioridad, a las actuaciones de los servicios de emergencia, Bomberos, SELUR, SAMUR o Policía Municipal para identificar el problema real del árbol, analizar las causas de la incidencia y registrar la información necesaria, desarrollando un protocolo de coordinación y centralización de la información que se incorporará al sistema de gestión de riesgos del arbolado.
Para ello, el adjudicatario dispondrá del servicio, 24 horas al día los 365 día al año, de un cuerpo de 25 inspectores, que se desplazará al lugar donde se haya registrado la incidencia de manera inmediata para registrar y evaluar lo ocurrido. Este técnico deberá informar detalladamente sobre el tipo de ejemplar afectado, la tipología de caída, los posibles motivos, las circunstancias meteorológicas y otros aspectos observados en el trabajo de campo. Con posterioridad y en un periodo máximo de 24 horas, deberá proponer una actuación para el ejemplar dañado.
Además de todas estas actuaciones, el Ayuntamiento determina en el contrato la necesidad de que Server realice una serie de estudios orientados a conocer la mecánica de la estructura arbórea y la probabilidad de fallo que serán ejecutados por especialistas en arboricultura. Entre estos estudios específicos destacan pruebas técnicas de medición de densidad de los ejemplares (resistografías), seguimiento con árboles testigo para el vuelco de pinos o el estudio de la relación entre fallos y poda, entre otros.