Coincidiendo con el centenario de la casa museo, PHotoEspaña sale de la habitual sala de exposiciones temporales –que ha acogido muestras del festival desde 2012– y se adentra, por primera vez, en las estancias de la planta noble del museo, recreación de una vivienda burguesa del Romanticismo.
En concreto, se ubica en la Sala del Encuentro (Sala XXV), al final del recorrido permanente. Laura San Segundo y Alejandría Cinque parten de la Sala de Billar, que precede a la de la muestra, para desarrollar la cuestión de género sugerida por este espacio, donde una serie de retratos femeninos del siglo XIX rodean una mesa de billar.
Esta museografía, con la mujer como espectadora, refleja la división de espacios domésticos en función de los roles de género existentes en la época, siendo el citado juego "un ejemplo de espacio de sociabilidad masculina".
Con esta concepción social decimonónica dialogan y se confrontan las fotografías que configuran la exposición de San Segundo y Cinque, donde varias jugadoras desarrollan figuradamente una partida de billar. Incluso está presente en la museografía, ya que los soportes de las fotografías (diseñados por Smart & Green) se inspiran en los trazados de las bolas de billar al desplazarse.
El título de la exposición gira en torno a la figura dela diosa Minerva, según se menciona en La peregrinación de Childe Harold (1812-1818), poema narrativo del escritor romántico Lord Byron, del que el museo conserva varias obras en su biblioteca, así como retratos grabados. En un pasaje del poema, Byron compara la "bizarría de Minerva con la fuerza de la mujer española".
Así, empleando vestimenta y atributos de Minerva, las 'jugadoras' de las fotografías de la muestra llevan cascos, pecheras protectoras, trenzas (las serpientes en las que Minerva convirtió la cabellera de Medusa) y tacos de billar (a modo de picas).
Esta diosa clásica de la guerra y la sabiduría ha permitido a los artistas plasmar la metáfora de la partida de billar como campo de batalla, simbolizando la lucha por la emancipación de una feminidad decimonónica encorsetada, rígida y caduca. A la contienda se han incorporado inspiraciones contemporáneas, basadas en las luchadoras de videojuegos como Tekken y Street Fighter.
Laura San Segundo y Alejandría Cinque han trabajado estas ideas y premisas desde un punto de vista dinámico, gracias a la colaboración con el coreógrafo Cristian González, responsable de la dirección de movimientos. Este espíritu encaja, asimismo, con el lema ‘Perpetuum mobile’ que encabeza el XXVII festival PHotoEspaña, con María Santoyo como nueva directora.
La fotografía siempre ha ocupado un lugar relevante en la colección del Museo Nacional del Romanticismo que, al ser una institución consagrada a la época que vio nacer las primeras instantáneas, constituye un espacio idóneo para la exposición, más aún tratándose de una institución que aplica con especial atención la perspectiva de género a todas sus funciones, desde el incremento de colecciones hasta la investigación sobre sus fondos.
El centenario del museo supone una ocasión única para establecer, una vez más, lazos con el arte contemporáneo y para dar continuidad a la línea ya trazada por las exposiciones de ediciones anteriores, dedicadas a Bárbara Morgan, Germaine Krull o Alice Austen, en las que se cuestionaban los roles de género de la primera mitad del siglo XX y del siglo XIX, del que nuestra sociedad contemporánea es heredera.
Acompañará a la muestra un programa de visitas comentadas por el equipo de Mediación Cultural del museo, cuyas fechas y horarios pueden consultarse en la web.
Asimismo, a principios de septiembre, los artistas grabarán en el museo una ‘videoperformance’ con las protagonistas de las fotografías, que pondrá el broche de oro a la exposición, explorando su faceta coreográfica y dando continuidad al proyecto.