Exposiciones

Desmontando a Versace

La muestra del Museo Nacional de Artes Decorativas, sito en el distrito de Retiro, aborda las influencias históricas, artísticas y cultuales que subyacen bajo las creaciones de este diseñador calabrés y que son una constante en el imaginario occidental. (Foto: Museo Nacional de Artes Decorativas (MNAD)).

‘Gianni Versace frente al espejo’ se puede visitar de forma gratuita hasta el próximo 6 de octubre

Paz Romanillos | Viernes 28 de junio de 2024
El Museo Nacional de Artes Decorativas (MNAD) exhibe ‘Gianni Versace frente al espejo’, una exposición organizada bajo los auspicios de la Embajada de Italia en España, que se puede visitar de forma gratuita hasta el próximo 6 de octubre.

"A la superficialidad se llega a través de la transcendencia", decía Gianni Versace, creador de la firma que, para muchos, llegó para revitalizar la alta costura; un estudioso de la historia, admirador de Karl Lagerfeld y al que inspiraron pintores como Picasso y Chagall o contemporáneos, como Andy Warhol.

El Museo Nacional de Artes Decorativas, sito en el distrito de Retiro, ha inaugurado la exposición 'Versace frente al espejo', un homenaje al diseñador calabrés icono de una época, gracias a la donación, en 2001, de 180 piezas de indumentaria de una de sus clientas –una empresaria italiana–; entre ellas, también se encuentran piezas de Chanel, Givenchy y, especialmente, Valentino.

José Luis Díez-Garde, comisario de la exposición, ha resaltado que se trata de una "valiosa" muestra de los inicios en la alta costura de la firma y también del periodo en el que se da forma "al ADN de la marca y se adopta la medusa como logotipo", un referente de la infancia del diseñador –que jugaba sobre unas baldosas que la representaban– y una manera de ensalzar la seducción y los valores de protección que se le otorgan.

Díez-Garde asegura que, si algo le gustaba a Versace, era zambullirse en los libros de historia del arte, una actitud "evidente" en su inspiración grecolatina y romana; además, recurría al planteamiento del deseo sexual y a la visión que Occidente tenía de Oriente para componer sus colecciones. "Versace se construye a través de la cultura universal", incide.

Es el caso de dos vestidos de intenso colorido que el comisario ha hecho dialogar con shifu de la dinastía Qing, un regalo para Carlos III; o un cuadro de Vasili Kandinski situado junto a unos pantalones cuajados de brillantes con la popular imagen de Marilyn Monroe que pintó Warhol.

Versace empoderaba a la mujer a través de la feminidad clásica, lo que daba como resultado la imagen de una mujer "libre, moderna y sin tabúes", apunta Díez.

El modisto italiano admiraba a Lagerfeld y cómo hizo resurgir a Chanel con su presencia, "le consideraba un maestro y decía que todo el mundo –en la moda– debía algo a Yves Saint Laurent", del que heredó muchas clientas, especialmente actrices.


Mujeres empoderadas

Versace (Reggio di Calabria, 1942- Miami, 1997) supo transformar a la mujer en una estrella. Las portadas de revistas de moda se sucedían sin parar con sus diseños y los directores de cine se lo disputaban para que realizara el vestuario de sus películas, ejemplo de ello fue Pedro Almodóvar, en Kika (1993), o Paul Verhoeven, en Showgirls.

En aquella época, la cantante Marta Sánchez lució en un videoclip uno de sus diseños y la mexicana Paulina Rubio hacía lo propio en una de sus actuaciones. Intérpretes y modelos se disputaban sus diseños y su cariño. "Versace aportaba prestigio", apunta.

La firma italiana siempre ha estado vinculada a los colores intensos. Sin embargo, en una vitrina resalta la estrella de la exposición, un top y una falda de gladiadora, negros, de la colección otoño-invierno 1991, "el color favorito del diseñador, porque en él resalta el brillo de las piedras, las joyas y los apliques" sobre la prenda.



En una esquina, un juego de espejos recibe al visitante e invita a crear distintas perspectivas con un diseño que celebra, con botones excesivos y cuajados de cristales de colores, una referencia de Bizancio.

Un universo recargado y barroco que convive con jarrones, candelabros, diseños de la Bauhaus, esencieros, colgantes, corbatas de brillantes, un pinjante o un camafeo pertenecientes al museo, que muestran la diversidad de referencias históricas, culturales y artísticas de las que se nutrió el diseñador.

Una colección muy particular

Las piezas expuestas son fruto del gusto particular de la coleccionista que las donó y de la amistad que mantuvo con Versace, pero también del interés que este diseñador mostró por las tendencias y otros grandes creadores del momento, con quienes mantuvo un diálogo constante.

La exposición incluye una serie de piezas que, sin ser una representación total de las propuestas del Atelier Versace –fundado en 1989–, sí que resulta una valiosa muestra de los inicios de esta línea de alta costura, que permite acercarse a los planteamientos que desarrolló este modista en las últimas décadas del siglo XX.

Esta es la primera vez que las piezas se muestran en una exposición que busca, no sólo adentrarse en las fuentes del diseño de moda, sino también reflexionar sobre la heterogeneidad de las colecciones del Museo Nacional de Artes Decorativas.

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