Este sábado, 30 de noviembre, terminaba la última prórroga que todas las partes suscribieron hace un año para el cierre del acuerdo, pero ha sido necesario ampliar este plazo un mes más, para que el traspaso se efectúe ante notario "con la máxima seguridad jurídica", según trasladan las partes involucradas.
Por el momento, las entidades públicas ferroviarias ya han acordado con Crea Madrid Nuevo Norte someter a sus respectivos órganos de gobierno la aprobación del otorgamiento de las escrituras para la transmisión de los suelos y derechos de aprovechamiento de los recintos ferroviarios de llos distritos de Chamartín y Fuencarral-El Pardo.
Desde el inicio de la operación, principalmente a partir de 2020, Adif, Renfe, el Catastro y los Registros de la Propiedad han trabajado para describir registralmente con precisión los suelos y aprovechamientos de titularidad de las entidades ferroviarias.
La Comunidad de Madrid aprobó, en marzo de 2020, con carácter definitivo la Modificación Puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM) en el ámbito 'Prolongación de la Castellana'.
Esta modificación supuso la creación de tres Áreas de Planeamiento Específico: Malmea-San Roque-Tres Olivos, Las Tablas Oeste y Centro de Negocios Chamartín. Junto a estas tres áreas, el proyecto Madrid Nuevo Norte incluye un cuarto ámbito, la estación de Chamartín.
Madrid Nuevo Norte tendrá una extensión de 5,6 kilómetros de norte a sur, la misma distancia que separa a Plaza de Castilla de Neptuno. Contará con 3.356.196 metros cuadrados de superficie, de los que 400.000 serán destinados a zonas verdes.
El Parque Central ocupará 13 hectáreas y el 76,65% del suelo del proyecto será de uso y titularidad pública. Se contempla la construcción de nuevas conexiones sobre las vías de tren y la M-30 con cinco puentes, un túnel y una pasarela peatonal, con un total de hasta 20 hectáreas de vías de tren cubiertas.
En el conjunto del desarrollo, se construirán 10.500 viviendas, de las que 2.100 serán protegidas. Asimismo será posible rematar el borde urbano del barrio de Las Tablas con el ferrocarril y superar la fractura urbana originada por la infraestructura ferroviaria y facilitar la consecución de la necesaria transversalidad viaria en la corona norte desde y hacia Las Tablas y al casco histórico de Fuencarral.