El objetivo de este programa es mejorar el pronóstico y los cuidados y reducir las secuelas de los bebés ingresados en las UCI's neonatales, fundamentalmente bebés prematuros y aquellos que presentan patologías graves al nacer.
(Foto: IStock).
La atención de los bebés ingresados en la UCIn del Hospital Quirónsalud San José se basa en el método conocido como NIDCAP
Redaccion | Lunes 16 de diciembre de 2024
El Método NIDCAP mejora el cuidado de los recién nacidos, especialmente de los prematuros, en la UCI, mediante medidas medioambientales, cuidados personalizados y la inclusión familiar. Sus beneficios incluyen mejor neurodesarrollo, vínculos más fuertes entre padres e hijos y mayor bienestar del bebé.
El
Método NIDCAP (
Newborn Individualized Developmental Care and Assessment Program, por sus siglas en inglés), también conocido como
programa de evaluación y cuidado del desarrollo individualizado del recién nacido o de
atención centrada en el neurodesarrollo, cuyo objetivo es mejorar el pronóstico y los cuidados y
reducir las secuelas de los bebés ingresados en las UCI’s neonatales –fundamentalmente, bebés prematuros y aquellos que presentan patologías graves al nacer–,
se basa en tres pilares:
- Medidas medioambientales: control de la intensidad de la luz y el ruido y reducción de la estimulación.
- Medidas relacionadas con los cuidados: control postural y agrupamiento de los cuidados.
- Medidas relacionadas con el entorno familiar: método canguro, y papel de los padres como cuidadores principales.
Lo que se consigue con el método NIDCAP –señala el Dr. Fernando Cabañas González, jefe de Servicio de Pediatría y Neonatología del Hospital Quirónsalud San José– es tratar al bebé en función de su nivel de desarrollo, proporcionándole unos cuidados adaptados a su capacidad para relacionarse con su entorno”.
En cuanto a los beneficios del método NIDCAP, el experto asegura que son múltiples:
- Existen diversos estudios cualitativos que demuestran que mejora el neurodesarrollo a largo plazo, disminuyendo las secuelas.
- Permite la administración de cuidados individualizados en función de las necesidades del bebé y no basados en la aplicación de protocolos estandarizados.
- Fortalece el vínculo-padres/hijo y fomenta la lactancia materna.
- Aumenta el bienestar del bebé y de su entorno familiar.
- Disminuye los costes a largo plazo, permitiendo reducir los tiempos de ingreso hospitalario, disminuyendo las cargas de trabajo y aumentando la satisfacción del personal asistencial.
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