La lactancia materna es beneficiosa, pero desafiante, y el apoyo de profesionales de la salud es crucial. La formación de las consultoras internacionales certificada en Lactancia Materna (IBCLC, por sus siglas en inglés) mejora su continuidad y éxito, previniendo problemas y proporcionando educación basada en evidencia.
La lactancia materna es una experiencia enriquecedora y saludable para la madre y el bebé, pero también puede ser un camino lleno de desafíos.
El apoyo que reciben las madres lactantes por parte de los profesionales de la salud que las rodean juega un papel decisivo en la continuidad y el éxito de la lactancia materna exclusiva.
Sin embargo, este apoyo no siempre es adecuado o suficiente, y muchas veces el abandono precoz de la lactancia se debe a asesoramientos incorrectos, falta de formación específica y la persistencia de mitos y falsas creencias.
La diferencia radica en la formación especializada: la mayoría de los profesionales de la salud recibe, en sus carreras, formación limitada o superficial sobre lactancia materna. Esto no sólo reduce su capacidad para apoyar correctamente, sino que también perpetúa mitos como “no producir suficiente leche” o “el bebé debe dormir toda la noche sin amamantar”.
“Por el contrario, una IBCLC (International Board Certified Lactation Consultant) es una profesional certificada internacionalmente, con una preparación rigurosa y específica en lactancia materna”, afirma Diana Jiménez Ciriero, Matrona IBCLC del Hospital Quirónsalud San José.
A diferencia de otros profesionales que pueden tener un conocimiento más general, una IBCLC está capacitada para prevenir, detectar y resolver, desde problemas comunes (como dolor, grietas, mal agarre o baja producción), hasta situaciones complejas (como anquiloglosia, prematuridad, hipogalactia, relactación o lactancia en condiciones especiales).
Diversos estudios han demostrado que el apoyo temprano y continuo de una IBCLC incrementa significativamente las tasas de lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida, tal como lo recomienda la OMS.
Además, las madres que reciben acompañamiento especializado reportan mayor satisfacción con la experiencia de lactancia, sintiéndose más seguras, apoyadas y capaces de resolver problemas.
Esto se debe a varios factores clave:
Cuando la lactancia se establece correctamente, los beneficios son innumerables: nutrición óptima, fortalecimiento del vínculo afectivo, protección inmunológica para el bebé, recuperación posparto más rápida para la madre y menor riesgo de enfermedades a largo plazo en ambos.
“Incluir una consultora en lactancia materna en el equipo de salud no sólo resuelve problemas, sino que, además, los previene; es una estrategia que mejora la salud materno-infantil y promueve el derecho de cada madre y de cada bebé a una lactancia exitosa”, concluye la experta.