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Alimentación saludable, para afrontar el encierro

Para llevar una vida sana y conservar la salud física y mental en una crisis como la actual, es muy importante ser conscientes, cuidarse y dejarse recomendar por los expertos.

Hay que hacer una compra consciente para no salir a la calle y exponernos al virus

Redaccion | Domingo 22 de marzo de 2020
En tiempos de crisis como el actual, en donde el planeta sufre una pandemia que nos obliga a mantenernos en cuarentena, hay que saber qué medidas tomar para estar lo más saludable posible. En un día a día en el que solo se permite salir a la calle para la adquisición de bienes primarios, como la comida o medicamentos, es importante que sepamos cómo cuidarnos para evitar las máximo los posibles efectos del virus, y para que cuando volvamos a nuestra rutina diaria estemos en las mejores condiciones posibles.

La ruptura con nuestra rutina diaria, la obligación de tener que estar aislados, el miedo al contagio y al padecimiento del virus pueden provocar estrés y ansiedad. La comida es muy recurrente en estas situaciones, pero no es la mejor solución y, en menor medida, si lo que consumimos son productos precocinados o ultra procesados.

Salud física y mental

Para poder llevar una vida sana y conservar la salud física como mental en una crisis como la actual, es muy importante ser conscientes, cuidarse y dejarse recomendar por los expertos. La salud depende en cierta medida de la alimentación y nuestra gestión emocional, y esta situación puede convertirse en una gran oportunidad para aprender y mejorar nuestra salud, tanto física como emocionalmente.

Fran sabal, autora del libro Nutrición Emocional, nutricionista licenciada por la Universidad de Valparaíso, Máster en Enfermedades Crónicas por la Universidad de Chile y Trainer de Programación Neurolinguística (ITA), habla de la importancia de mantener una dieta sana y equilibrada, más si cabe en este momento en el que nos encontramos.

“Es necesario seguir una alimentación que nos proporcione los nutrientes que nuestras células necesitan. De esta forma reduciremos la ansiedad, ya que nuestro cuerpo estará satisfecho” afirma Fran.

Ansiedad, estrés y comida

Uno de los principales problemas de la ansiedad es que se usa la comida para saciarla, y de esta forma lo único que se consigue es ganar peso y reducir nuestra salud. Lo mismo ocurre con el estrés, se recurre a la alimentación, que tiende a ser ultra procesada ya que contienen azúcares refinados y conservantes que producen una falsa sensación de felicidad en el cerebro, y que no aportan los nutrientes necesarios para el cuerpo. “Muchas veces esta reacción que produce es equiparable a la que efectúan las drogas, el tabaco o el alcohol”, comenta la autora.

Además, mientras más altos sean nuestros niveles de estrés más debilitamos a nuestro sistema inmune, el cual, hoy más que nunca, cumple un rol fundamental para protegernos.

Al final, el consumo de productos procesados lleva a una cadena en la que se come, sin alimentar al cuerpo, por lo que nunca termina de saciarse y produce una inestabilidad mental y aumento de peso.

Es por ello qu,e para evitar que nuestra mente y cuerpo sufran durante el estado de alerta, Sabal hace las siguientes recomendaciones para que sepamos cómo gestionar la despensa y qué productos comprar para mantener nuestro sistema inmunitario en las mejores condiciones:


- Compra alimentos integrales: Integral viene de la palabra 'íntegro', que quiere decir que los alimentos tienen todos sus nutrientes. Esto ayudará a nutrir a las células y a reducir así la sensación de ansiedad física, es decir, esa sensación de hambre que, por mucho que se coma, sigue estando presente.

- Busca nuevas recetas de cocina: distraer al cerebro a través del aprendizaje es una forma de gestionar nuestras emociones. Sentirse satisfecho con uno mismo y descubrir nuevos placeres produce una sensación muy positiva en la autoestima.

- Adquiere alimentos que se puedan conservar durante meses: para cumplir con el estado de alarma que se ha impuesto y no tener necesidad de salir a la calle y exponerse ante el peligro, adquiere productos que se pueden mantener el máximo tiempo posible como, por ejemplo: quínoa, arroz integral, pasta integral, avena, legumbres, frutos secos crudos sin sal, AVOE, productos congelados como carne y pescado, etc.

- Comer fruta todos los días: consumir dos piezas de fruta al día, así como diferentes verduras, ayudan al sistema inmune gracias a que son las mayores fuentes de vitaminas.

- Comer con conciencia: otro de los problemas actuales a los que se enfrenta la sociedad es que el estrés muchas veces obliga a comer mientras se llevan a cabo otras tareas. De esta forma, el cerebro no centra la atención en el hecho de estar comiendo, lo que provoca que, posteriormente, la sensación de hambre reaparezca. “Para él, si no hemos prestado atención mientras comemos, es como si no lo hubiésemos realizado, por lo que exige que lo hagamos de nuevo”, afirma Sabal.

- Realiza actividad física en casa: la actividad física nos ayuda a disminuir los niveles de estrés y ansiedad, con lo cual, nos estará ayudando a fortalecer nuestro sistema inmune y disminuir el hambre emocional.

- Haz meditaciones o relajaciones al menos una vez al día: ya que promover estados de calma nos ayuda a vivir de manera más consciente y tranquila, favoreciendo así a nuestro sistema inmune, sistema nervioso y sistema endocrino. Todos ellos se relacionan con nuestras defensas y además con la regulación del peso corporal, con lo cual, evitaremos subir de peso.

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