"Este ruido durante el confinamiento es insoportable. Las viviendas están a 50 metros y en ellas estamos durante todo el día niños, ancianos, enfermos y personas que intentan trabajar desde casa", han manifestado en un escrito.
Estos trabajos de demolición se reanudaron la semana pasada, tras finalizar el periodo de hibernación económica establecido por el Gobierno central para frenar la pandemia del Covid-19. Fueron varias las peticiones del Gobierno municipal para que se paralizaran las obras en la capital y evitar así aumentar los contagios de coronavirus. A finales de marzo, el Consistorio envió un informe al Gobierno regional para que éste, a su vez, propusiera al Estado la paralización de las obras.
La demolición del estadio de fútbol Vicente Calderón ya llevó a los vecinos, en septiembre del año pasado, a reunirse con el Consistorio. Tras ese encuentro, la delegada de Obras, Paloma García Romero, garantizó un medidor más de partículas de contaminación, llegando así a cinco, y se aumentó además el baldeo para evitar el mayor polvo posible a los vecinos.
Las familias que viven cerca del estadio aseguran que "el confinamiento es duro" y que están cumpliendo "ejemplarmente" con el confinamiento, por lo que necesitan "tranquilidad". "El ruido es insoportable. Hoy han empezado a las 9 horas y ayer estuvieron hasta las 19 horas", han señalado.
Se ha dirigido al Ayuntamiento, a través de línea Madrid, pero tardarán "de 15 días a 2 meses" en recibir una respuesta, han asegurado.
Fuentes municipales han indicado que "en cuanto a las obras de urbanización del ámbito Mahou-Calderón, estas continúan realizándose cumpliendo la normativa (ruidos, partículas)".
Recuerdan asimismo que "el Ejecutivo central entendió que las obras podían retomarse y, como en las otras obras que se desarrollan en la ciudad, así ha hecho la empresa concesionaria, cumpliendo la normativa de salud y seguridad".