La disminución del grado de estrés de las mujeres después de participar en el programa fue el factor clave que influyó en su eventual disminución de consumo de comidas rápidas y altas en grasas.
Las mujeres que participaron en la programa redujeron un 7% el consumo de alimentos de contenido alto en grasas
Carlota García-Ruiz | Martes 16 de marzo de 2021
Reducir el estrés en las mujeres puede ayudar a reducir el riesgo de sobrepeso, según un estudio publicado en la revista 'Nutrients' por un equipo de investigadores de la Universidad de Ohio. Los expertos sometieron a un grupo de mujeres a un programa de 16 semanas, que tenía como objetivo prevenir el aumento de peso a través del control del estrés, la alimentación saludable y la actividad física.
"Hemos usado testimonios de mujeres en videos y sus interacciones con sus familias para crear conciencia sobre los factores estresantes. Después de ver los videos, muchas de las participantes en el programa dijeron que era "la primera vez que me doy cuenta de que estoy tan estresada'", han explicado los expertos.
De hecho, un análisis de los datos del estudio mostró que la disminución del grado de estrés de las mujeres después de participar en el programa fue el factor clave que influyó en su eventual disminución de consumo de comidas rápidas y altas en grasas.
Durante el ensayo, las 212 participantes visualizaron un total de 10 videos en los que mujeres como ellas dieron testimonios sobre alimentación saludable y preparación de alimentos, control del estrés y actividad física. También participaron en vídeoconferencias de grupos de apoyo durante el transcurso del estudio.
Los científicos comprobaron que las mujeres que habían participado en el programa tenían mas probabilidades de haber reducido su consumo de grasas que las mujeres que recibieron materiales impresos sobre cambios en el estilo de vida.
Asimismo, cuando los investigadores evaluaron el papel potencial del estrés como mediador, el efecto indirecto de la intervención (reducir el estrés percibido por los participantes) se asoció con un menor consumo de alimentos ricos en grasas, incluida la comida rápida.
Una reducción de un punto en la escala que mide el estrés se relacionó con una reducción de casi un 7% en la frecuencia con la que las mujeres comían alimentos ricos en grasas.
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