La llegada del verano y el buen tiempo significa poder ir a la playa, a la piscina, salir a las terrazas o ir de acampada, entre tantas cosas divertidas.
Sin embargo, también es sinónimo de la llegada de los mosquitos, que pueden ser verdaderamente molestos. Es conveniente saber que, entre otras cosas, a los mosquitos les atráe el óxido de carbono o el ácido láctico que se exhala al sudar y respirar. Además, son sólo los mosquitos hembra los que pican.
El aceite de eucalipto es un excelente repelente de mosquitos casero para el cuerpo y también se puede distribuir en las zonas más húmedas de la casa.
El aceite se puede comprar en una tienda de productos naturales y mezclar con la crema hidratante o el champú que usamos normalmente.
También, puede ser hacer en casa una decocción de eucalipto, que tiene un efecto similar. Los ingredientes necesarios son 1 litro de agua y 250 gr. de hojas de eucalipto y estos son los pasos:
- Se pone el agua a hervir.
- Una vez que está hirviendo, se añaden las hojas de eucalipto para que estas desprendan su esencia.
- Más tarde se cuela y puede se puede usar para el cuerpo o para la casa, cuando este aún está caliente o tibio.
Si tu perfume favorito es dulce, prueba a cambiarlo este verano por otro con olor a cítrico y así evitarás que los mosquitos se acerquen a ti. Lo mismo con cremas o productos para el pelo: los mosquitos se sienten atraídos por el olor dulce y perfumes florales, así que en época estival mejor decantadnos por olores más neutros.
En las estancias de la casa donde entren con mayor frecuencia los mosquitos, pon un ventilador de techo para reducir su presencia. Los mosquitos se desestabilizan mucho cuando intentan volar entre corrientes de aire y tratan siempre de evitarlas. Por eso, los ventiladores les ahuyentan y no suele haber mosquitos en esas habitaciones.
Otro remedio natural para conseguir alejar de nuestro hogar a los mosquitos. Compra algún ramillete de lavanda (que, además, adorna cualquier rincón de la casa) o, en su lugar, utiliza algún ambientador o aceite de esencia que contenga este aroma.
Otro de los remedios caseros que no suelen fallar es colocar junto a puertas y ventanas bolsas o recipientes de agua con una dosis de vinagre.
Los mosquitos odian ese olor y, además, si se ven reflejados en el agua y algo distorsionados, huyen. Así que más económico imposible e infalible al 100%.
Principalmente, les atrae es la luz y el olor corporal de algunas personas. Y lo que les repele es precisamente el olor a otras esencias. Hablamos de lavanda, pero también el romero, la canela, el limón o la citronela son aromas que disgustan mucho a los insectos.
Qué mejor solución que comprar velas aromáticas con alguno de estos olores y repartirlas por aquellas habitaciones donde más suelen acudir.