Algunos de estos fenómenos no reducen la producción de energía de la manera que se podría esperar. En ocasiones, pueden tener efectos positivos al eliminar el otro gran enemigo del rendimiento de los paneles fotovoltaicos: la suciedad. En el comportamiento y resistencia de tu instalación fotovoltaica también influye el buen diseño de la estructura que soporta las placas.
Si vas a instalar paneles solares para producir electricidad es razonable que te plantees la duda sobre cuánto disminuye la producción en un día nublado, o si llueve o nieva.
Nuestro país goza, en general, de unas características excepcionales para el funcionamiento de las instalaciones fotovoltaicas, pero cada vez son más frecuentes las situaciones extremas, como las borrascas tipo Filomena, las Danas con lluvias torrenciales, etc.
Los distintos fenómenos meteorológicos, como la lluvia, la nieve, el granizo o las olas de calor, afectan de distintas maneras a la eficiencia y producción de los paneles fotovoltaicos. En algunos casos, la influencia es muy pequeña, en otros pueden llegar a detener la producción.
- Nubes. Los sistemas fotovoltaicos producen electricidad a partir de la energía del sol. Con esta definición, se puede pensar que en invierno no producirán energía, pero el recurso que utilizan no es el calor, ni siquiera la luz directa, sino la 'luminosidad'.
Por tanto, aunque el cielo este cubierto de nubes y no veas el sol, los paneles solares producen electricidad, porque aprovechan la luz difusa que no incide directamente sobre ellos. Evidentemente, el rendimiento de la instalación será menor al no poder aprovechar la radiación directa, pero el sistema seguirá funcionando con la luz difusa que pueda captar.
- Lluvia. La lluvia no es un gran problema para el rendimiento de los paneles solares, que están construidos para soportar el agua. Al contrario, ayuda a limpiar las partes de más difícil acceso de la instalación, eliminado el polvo, excrementos de aves y hojas que pueden cubrir los paneles y reducen su rendimiento. Por tanto, después de la lluvia, puede mejorar la producción. En cuanto a las desventajas, mientras haya lluvia, habrá nubes que limitan la cantidad de luz.
- Granizo. Hay que tener en cuenta que el primer impacto del granizo cuando caiga en casa será sobre los paneles solares. Según la normativa, los paneles solares deben ser capaces de aguantar granizos a velocidades de 80 km/h, por lo que en principio esto no debería ser un problema.
- Calor. Puede resultar raro, pero las altas temperaturas no ayudan a que los paneles fotovoltaicos produzcan más energía. Normalmente, ocurre al contrario, ya que el calor suele reducir su producción. Las temperaturas superiores a 30°C reducen en un 10% la eficiencia de los paneles solares, pues hay una caída de voltaje. A cambio, durante el verano, los días son largos y hay más horas de sol. Generalmente, la máxima eficiencia se produce cuando la temperatura promedio está entre 20 y 25°C. En los meses de invierno, el problema no es la baja temperatura, sino que los días se acortan y es frecuente el tiempo nublado.
- Tormentas eléctricas. Aunque es poco probable, existe la posibilidad de que caiga un rayo en una instalación fotovoltaica. Para evitar un sobrevoltaje en caso de que incida un rayo, las instalaciones fotovoltaicas se conectan a tierra, de manera que el voltaje se derivará hacia la tierra para canalizar la sobretensión de energía.
- Viento. La mayoría de los paneles pueden resistir vientos muy fuertes, de hasta 230 km/h, por lo que, salvo alguna catástrofe natural como un huracán, lo normal es que no tengas de qué preocuparte, siempre que la instalación haya sido correcta.
De hecho, igual que ocurre con la lluvia, el viento tiene un efecto positivo, ya que reduce la temperatura del sistema, mejorando su funcionamiento.
Una capa de nieve de unos 4 cm puede hacer que un panel convencional deje de funcionar temporalmente, pero los componentes solares están preparados para una situación común de nevada, pues incluyen compartimentos estancos para que no haya filtraciones. Según el estudio de OCU, esto se comprueba en sus análisis a través de la prueba de estanqueidad y fuga de corriente.
El efecto de la nieve es diferente según la tecnología del panel: la más beneficiada por el efecto de la nieve será la tecnología bifacial, que seguiría produciendo en la cara inferior, gracias a la luz reflejada por la nieve o hielo. Evidentemente, la nieve afectará negativamente a la cara exterior que quedará cubierta. Se recomienda que se limpie de nieve esta superficie lo antes posible, para no sufrir una reducción drástica de la producción de energía eléctrica. Pero, no todo es malo en cuanto a la nieve sobre los paneles, ya que actuará como un limpiador profundo.
Lo recomendable es utilizar líquidos descongelantes aprobados por el fabricante o agua con alcohol. La mejor manera de limpiar placas solares es con agua y una esponja. No emplees herramientas metálicas, ni rasques con rastrillos o palas, que podrían dañar los paneles solares.
Esta limpieza sólo se debe hacer si se puede acceder a los paneles con seguridad por encontrarse en una terraza o tejado horizontal, o instalados sobre el suelo. En el caso de que sea un tejado con pendiente, es mejor esperar a que se deshielen por sí solos.
Una cosa son los paneles solares y otra la estructura metálica que los soporta y que necesita resistir los esfuerzos que ocasiona el viento y el peso de la nieve. Si esta estructura metálica no está bien calculada, el peso añadido de la nieve, sumado al efecto del viento, puede provocar roturas y torsiones en la estructura, como les ocurre a los árboles. Los paneles podrían salir volando si la estructura no aguanta.
De todas formas, los paneles se suelen instalar con una inclinación de unos 35º, para que la nieve y el hielo se deslicen fácilmente y dejen los paneles limpios en un corto espacio de tiempo.
Además, una vez que el panel empiece a estar expuesto al sol, las celdas oscuras absorberán la luz y harán que la nieve se derrita más rápido que en el resto de nuestro tejado. Por eso, puedes ver paneles solares despejados mientras el resto del tejado aún tiene una pequeña capa de nieve.
Depende del tipo y la cantidad de suciedad. Hay cuatro factores que influyen en que la pérdida de rendimiento de los paneles fotovoltaicos sea mayor o menor:
- Tipo de suciedad: no es lo mismo una suciedad concentrada, como puede ser un excremento de un pájaro, que una suciedad de polvo atmosférico.
- Inclinación de las placas solares: a mayor inclinación, mayor efecto tiene el lavado de la lluvia y menores son los surcos que se quedan en la parte baja del módulo fotovoltaico y que a veces pueden afectar a su rendimiento.
- Tipo de célula del panel solar: en general, las células 'Half-cell' (partidas) sufren menos las pérdidas por suciedad, puesto que solo afectará a la parte concreta de la célula que esté sucia.
- Conexión de los paneles: si los paneles están conectados en cadena uno con otro, la suciedad a una sola placa afectará a todas las demás, puesto que el rendimiento del conjunto será el del panel de menor rendimiento.