Además de ser un medio de transporte sostenible y una buena forma de divertirse en familia, la bicicleta tiene numerosos beneficios para la salud, tanto física como psíquica: puede ayudar para evitar depresiones, prevenir dolores de espalda, mejorar la musculatura de algunas zonas de nuestro cuerpo y también reduce el riesgo de sufrir un infarto.
No hay que olvidar que montar en bicicleta es un excelente ejercicio cardiovascular que presenta un bajo riesgo de lesiones. Al respecto, el Dr. Juan Luján Martínez, especialista en Cardiología del Hospital Quirónsalud Torrevieja, añade que "se trata de un ejercicio aeróbico en el que se utiliza la parte superior e inferior del cuerpo, lo que lo convierte en una actividad muy completa, que pueden realizar personas con problemas de sobrepeso o enfermedades cardiovasculares".
La bicicleta no solo es buena para mantener los kilos de más a raya. Anótate los cinco efectos positivos de este deporte.
1. Reduce el riesgo de infarto. El Dr. José Nieto Tolosa, especialista de Cardiología en el Hospital Quirónsalud Murcia, explica que "pedalear aumenta el ritmo cardiaco y baja la presión, de modo que el corazón economiza recursos".
También es positivo para los vasos sanguíneos, ya que "se reduce el colesterol negativo y aumenta la cantidad de colesterol positivo, con lo que aumenta la flexibilidad de los vasos, la sedimentación de la placa aparece con menos frecuencia y disminuye el riesgo de una calcificación de las arterias", detalla nuestro cardiólogo.
2. Es bueno para la salud mental. Diferentes estudios muestran que las personas que montan en bicicleta con frecuencia tienen menos depresiones y enfermedades psicológicas. Cuando hacemos ejercicio, el cerebro se oxigena mejor y produce más endorfinas, las hormonas de la felicidad. Por lo tanto, hacer bicicleta es una forma ideal de liberar estrés, divertirnos y relajarnos, solos o en compañía.
3. Es buena para las articulaciones. Otra ventaja de utilizar la 'bici' es que nos ayuda a prevenir la artrosis. Cuando montamos en 'bici', el 70-80% del peso de nuestro cuerpo recae sobre el sillín, con lo que ejercitamos las articulaciones sin que exista un riesgo elevado de que sufran impactos bruscos o sobrecargas, como sí pasa en el 'running' o en otros ejercicios. Asimismo, al ser poca la presión que han de soportar las articulaciones, las energías y nutrientes se extienden mejor por los cartílagos.
4. Fortalece el sistema inmunológico. Cuando pedaleamos favorecemos la movilización de fagocitos, unas células que destruyen las bacterias de nuestro cuerpo. Igualmente, la activación de estas células promueve la lucha contra bacterias y células cancerígenas.
5. Unos pocos minutos al día son suficientes. No es necesario hacer una carrera diaria para notar los beneficios de usar la 'bici'. El doctor Nieto nos explica que "con sólo 10 minutos de pedaleo al día se pueden sentir los resultados a nivel muscular, en el riego sanguíneo y las articulaciones; con 30 minutos se obtienen beneficios cardiacos, y con 50 minutos, se estimula el metabolismo graso".
Por último, el especialista aconseja ajustar la duración, frecuencia e intensidad del ejercicio a la condición física y la edad de la persona, y a los resultados que se pretendan conseguir en cada caso.