La nueva imagen del tren se corresponde con el rediseño de la marca que ha realizado Renfe para favorecer su uso en entornos digitales, y se ha incorporado una tipografía modernizada para adecuar el estilo a los estándares con los que trabaja la compañía.
Entre las novedades a destacar para esta campaña está la incorporación de la ciudad de Málaga como origen y destino alterno, junto con Sevilla. De esta forma, el Al Andalus hará una semana el trayecto Sevilla-Málaga y la semana siguiente, el inverso, con las habituales paradas del recorrido en Jerez, Ronda, Córdoba, Úbeda/Baeza y Granada.
También se han actualizado los colores que definen la marca Al Andalus, que evolucionan hacia tonos más vivos, aunque en la misma gama cromática que ha singularizado al tren. Así, la nueva imagen se caracteriza por un tono granate rojizo, característico de monumentos como la Alhambra o la Mezquita, que combina con el negro y el dorado, los colores básicos de la marca matriz.
Los trabajos para la implantación de la nueva marca y los nuevos colores del tren se han efectuado durante los meses de invierno, aprovechando la parada estacional que el Al Andalus realiza cada año.
En esos meses se ha realizado asimismo la gran revisión periódica que Renfe lleva a cabo cada seis años en este material ferroviario histórico, siguiendo la planificación que recoge su libro de mantenimiento.
Las actuaciones, que se han llevado a cabo en las Bases de Mantenimiento Integral de Renfe de Los Prados, en Málaga, y en la de Madrid, se han concretado en la revisión y actuación en todos los aspectos mecánicos y técnicos del tren. Se trata de intervenciones complejas, que están planificadas con el máximo cuidado, para garantizar el correcto funcionamiento de un tren histórico y hacerlo compatible con un servicio moderno y de calidad que ofrece todo el confort y garantías de un servicio de lujo.
La revisión del Al Ándalus ha supuesto la intervención en los 15 coches que forman la composición. En todos ellos se han desmontado y revisado en profundidad bogies, tracción, aislamiento de techos y aires acondicionados, así como en algunos elementos del interiorismo que han necesitado algún tipo de reparación.
Por lo que respecta al exterior del tren, se ha renovado la pintura de todos los coches de la composición, así como la de la locomotora, que se ha unificado con el conjunto de los coches.
Así, con una imagen recién estrenada, el Al Andalus ha retomado, desde el pasado 9 de abril, sus viajes de siete días (seis noches) por su itinerario andaluz que, en la temporada 2023, incluye la ciudad de Málaga. El viaje transcurre en los dos sentidos entre Sevilla y Málaga y en su recorrido transita por las provincias de Granada, Cádiz, Córdoba y Jaén.
Los viajes incluyen el alojamiento en el tren, que durante las noches se detiene en alguna estación del camino para facilitar el descanso de los viajeros. También los desplazamientos hasta los lugares situados más allá de las vías, que se hacen en autobús, y los guías de acompañamiento, así como una oferta gastronómica digna de los más exquisitos gourmets, tanto a bordo del tren como en los restaurantes de alguna de las ciudades que se visitan.
Viajar en el Al Andalus es transportarse en el tiempo. Es la posibilidad de disfrutar de un tren formado por coches que tuvieron un pasado glamuroso y que, conservando su encanto original, están dotados en la actualidad de los más avanzados elementos para el confort de los pasajeros.
En 1985, Renfe puso en marcha el tren turístico de lujo Al Andalus, con el fin de convertirlo en un referente del turismo ferroviario y explotar los atractivos de Andalucía desde el privilegiado mirador que es el tren.
Su comercialización pasó por diversas vicisitudes, aunque fue el periodo comprendido entre 1990 y 2000, el de mayor estabilidad y proyección internacional. En esta década, el Al Andalus consolidó su prestigio y se situó entre los mejores trenes turísticos del mundo. Al final de esa década, la comercialización del tren se ralentizó hasta que, en 2004, dejó de prestar servicio. Se puso de nuevo en marcha en 2012, tras una profunda remodelación y, desde entonces, ha circulado con la única interrupción de las temporadas 2020 y 2021 como consecuencia de la pandemia.
El Al Andalus está formado por 15 coches y su capacidad máxima es de 64 viajeros. De los quince coches, cinco se construyeron en Francia a finales de la década de 1920 y pertenecen a la misma serie que los utilizados por miembros de la monarquía británica para sus desplazamientos vacacionales entre Calais y la Costa Azul. Son los que actualmente se dedican a espacios comunes: dos coches restaurante, el Alhambra y el Gibralfaro; un coche bar denominado Giralda y un cuarto coche salón, el Medina Azahara. Todos están climatizados y abiertos las 24 horas del día, para que los clientes dispongan de servicio de bar, revistas, prensa diaria, biblioteca, televisión y conexión gratuita a Internet.
Otros siete coches están destinados al uso privado de los viajeros. Albergan 32 habitaciones, 12 de las cuales se comercializan como Gran Clase y 20 como Suites Deluxe. Estas últimas tienen una superficie de 8,5 metros cuadrados y están dotadas de cama de 2 metros de largo por 1,5 de ancho mientras que las habitaciones de Gran Clase, de 6,5 metros cuadrados, disponen de dos camas individuales. Tanto unas como otras se pueden convertir en salas de estar, que cuentan con confortables sillones, escritorio, o minibar y, en ambos casos, disponen de cuarto de baño privado con ducha y con todos los elementos de confort necesarios para facilitar el descanso del cliente a lo que contribuye que, durante la noche, el tren permanece parado en alguna de las estaciones del recorrido.
También cuenta el Al Andalus con un coche en el que se ha instalado una cocina capaz de elaborar los platos que componen los desayunos, así como los almuerzos o cenas que se realizan en el tren. Forma también parte de la composición un coche destinado al personal de a bordo y otro más que se utiliza como almacén y depósito de equipajes.
La combinación de comodidad, gastronomía y destinos hacen que el viajero más exigente se sienta en el Al Andalus como en un hotel de primera clase en el que recibe las mejores atenciones, factor sobre el que se asienta la reputación internacional de los trenes turísticos. Una tripulación profesional al completo servicio de los clientes, compuesta por camareros, técnicos de mantenimiento, vigilantes de seguridad, maquinistas, conductores de autocar, azafatas, guías acompañantes, guías locales para las visitas, servicio de cocina.
Todos conforman un equipo, que coordina el jefe de expedición, que cada temporada hace posible que los clientes disfruten del confort de un crucero de lujo sobre raíles, característica que a lo largo de los años de servicio ha convertido al Al Andalus en un referente internacional en el segmento de los Trenes Turísticos de Lujo.