Se trata de especies muy beneficiosas para el ecosistema y la salud pública, pero que se encuentran en regresión, cuando no en peligro de desaparición.
La campaña se ha presentado, este jueves, en la sede de la Agencia de Seguridad y Emergencias de Madrid 112 (ASEM 112) y en ella han participado el jefe del operativo del Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid, Miguel Higueras, y David de la Bodega por parte de SEO/BirdLife. También se ha sumado a esta iniciativa el Colegio de Administradores de Fincas de Madrid, que colabora con los fines que persigue el proyecto.
Según han recordado estos portavoces, existen diferentes especies de aves protegidas insectívoras que son "muy beneficiosas para el ser humano", pues regulan la presencia de insectos en núcleos urbanos, ya que ingieren toneladas de estos animales cada verano, cuando llegan a la península ibérica tras un largo viaje desde África para reproducirse aquí.
Se trata, principalmente, de las aves de la familia de los hirundínidos, como la golondrina común, la golondrina daurica o el avión común, pero también del vencejo común y del vencejo pálido.
Estas aves construyen sus nidos de barro o nidifican en huecos en viviendas y edificios, pero muchas veces, según alertan los responsables de la iniciativa, éstos son destruidos, porque su presencia ensucia la fachada o las aceras.
La destrucción de su hábitat supone un problema grave, no sólo porque se elimina el lugar de reproducción de especies "muy beneficiosas para el ser humano" por la cantidad de insectos que comen, principalmente moscas y mosquitos, sino porque son especies protegidas por el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, por el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y las directivas Europeas, según ha recalcado Higueras.
La campaña presentada este jueves –en un acto que ha contado con la presencia del viceconsejero de Interior y director de la ASEM 112, Carlos Novillo– subraya que no sólo no hay que destruir dichos nidos sino que hay que facilitar su reproducción, ya que son especies que están en regresión.
Para conseguir este objetivo, se promueve también la colocación de nidos artificiales en las casas o edificios, así como pequeñas repisas que eviten la caída en paredes y acera de los excrementos de estos pájaros.
En el caso de que no quede más remedio que retirar los nidos, se recuerda que es preceptivo solicitar una autorización a la Comunidad de Madrid y, en caso de que se autorice, cumplir el condicionado escrupulosamente, pero "nunca se han de retirar dichos nidos en primavera", que es cuando llegan de su migración desde África.
La consecuencia de la destrucción de los espacios de nidificación de estas especies protegidas no sólo supone una "grave afección al medioambiente", sino que se trata de una infracción grave a la normativa medioambiental y puede ser incluso un delito ambiental, ha advertido el jefe de operativo de los Agentes Forestales, frente a lo cual se aboga por la educación ambiental y la sensibilización.
Durante la presentación, Miguel Higueras ha señalado que uno de los aspectos que más preocupan son las obras de rehabilitación en edificios, así como la construcción de nuevos inmuebles en los que, junto con los criterios de eficiencia energética, ha abogado por tener presente los de "eficiencia ecológica", permitiendo la posibilidad de que estas aves puedan anidar en ellos.
Se trata de un problema que está "yendo a más" y que es preciso, ha enfatizado, "cortar de raíz". "Vamos tarde", ha apuntado el jefe de operativo.
Por su parte, David de la Bodega ha alertado de la "grave" situación de conservación que presentan estas especies, algo que ha ejemplificado en el caso de la golondrina común, que desde 1998 ha visto reducida su población un 58%.
El representante de SEO/BirdLife ha lamentado que todo el sentido de la migración de estas aves, que es la de reproducirse en la península ibérica, se ve frustrada cuando, por ejemplo, "se derriba un nido con una escoba" para que no manche la pared o la acera.