Los usuarios del Bus Rapid, la nueva línea que une Valdebebas con Sanchinarro y el Hospital Ramón y Cajal, lo puntúan con un "sobresaliente", como recoge la encuesta de satisfacción que la Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha llevado a cabo.
La EMT ha realizado un sondeo a 225 usuarios del Bus Rapid a partir de 14 años, entre el 7 y el 14 de julio, y le otorgan una puntuación media de 9,17 sobre 10. Su estética exterior e interior, la rapidez y la seguridad son los aspectos más valorados.
Un 20% utilizaba anteriormente su vehículo privado para realizar este trayecto, lo que señala que el motivo principal de su uso es llegar a un destino con atención sanitaria (44,4%), seguido del laboral (40,4). El 81,3% de los viajeros asegura tener más sensación de rapidez con este servicio, recoge la encuesta.
El primer tramo del Bus Rapid comenzó a funcionar el pasado 30 de mayo, entre el Hospital Zendal y Sanchinarro y, desde entonces, se han subido a bordo 41.373 usuarios. Los viajeros le otorgan al servicio una puntuación media de 9,17 sobre un total de 10, siendo su aspecto exterior (9,34), el interior (9,25), la rapidez (9,25) y la seguridad (9,07) los aspectos más valorados.
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, también presidente de la EMT, ha ofrecido los detalles de la encuesta desde el centro de operaciones de la empresa de transportes de Sanchinarro. Acompañado por el concejal del distrito de Hortaleza, David Pérez, y del gerente de la EMT, Alfonso Sánchez, Carabante ha resaltado el balance "extraordinario".
El delegado ha informado de que los datos de la encuesta permiten "tener expectativas para poder ampliar y mejorar este servicio". Se ha referido, en concreto, a que el 20% de los usuarios utilizaban anteriormente su vehículo privado para realizar el mismo trayecto que ahora hacen en el Bus Rapid.
"Es la línea urbana más rápida de toda la red. Se desplaza con una media de 22,3 km/h frente a los 13 de media que lo hace el resto de los autobuses de la ciudad. Es un autobús eléctrico que circula por plataforma reservada y con prioridad semafórica, de tal manera que es más rápido y presta mejor servicio a los ciudadanos", ha señalado.
Carabante tiene claro que la demanda "continuará creciendo en los próximos meses, porque es un medio de transporte muy atractivo. Los usuarios consideran que es más eficaz en términos de tiempo y económicos, frente al uso del vehículo privado".
El proyecto del Bus Rapid Transit (BRT en sus siglas en inglés) cuenta con una flota de diez autobuses eléctricos, con capacidad para cerca de 100 personas cada uno. La frecuencia de paso está estimada entre 10 y 15 minutos durante todo el día y la puntualidad de los trayectos está garantizada por el sistema de prioridad semafórica implantado y el trazado segregado del carril por donde circula este innovador autobús.
Los vehículos asignados a esta línea han sido especialmente diseñados para discurrir por vías separadas del resto del tráfico. A través de un itinerario compuesto por once paradas intermedias en ambos sentidos, más una cabecera en Valdebebas y otra ubicada junto al Hospital Ramón y Cajal.
Desde su cabecera, situada en la glorieta de Antoñete, junto al Hospital Isabel Zendal, la línea circula por la avenida de las Fuerzas Armadas, realizando en esta vía un total de cinco paradas. Prosigue su trayecto por la avenida de Pi y Margall (cuatro paradas) y la calle de Ana de Austria (una parada en sentido Hospital y dos, en sentido Valdebebas).
Continúa por la avenida de Niceto Alcalá Zamora (dos, en sentido hospital y una, en sentido Valdebebas) para, posteriormente, continuar su recorrido por vías convencionales sin realizar ninguna parada intermedia más hasta alcanzar su destino en las inmediaciones del Hospital Ramón y Cajal.
El trayecto tiene una longitud total de 31 kilómetros, de los que 19 discurren por vías segregadas con prioridad semafórica, y de ellos, ya se han puesto en marcha 12 kilómetros. Además de contar con conexión con el Hospital Isabel Zendal, esta primera línea de bus rápido conectará, a partir del otoño, con el intercambiador de Valdebebas.
Los sistemas BRT se han ido implantado en varias ciudades del mundo, con la meta de crear corredores verdes de transporte de alta capacidad y con prioridad semafórica en ejes urbanos principalmente ubicados en la periferia.
Existen muchas tipologías de BRT y, en concreto, los ejemplos implantados en Europa se corresponden con servicios de alto nivel o líneas de alta ocupación, como el caso del nuevo bus rápido de Madrid, que marca el futuro del diseño del transporte público de superficie en la capital.
Esta nueva línea, puesta en marcha en el marco de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, supondrá un ahorro acumulado calculado en más de 700.000 kilómetros anuales en aquellos desplazamientos que normalmente se realizan en coche particular, además de una reducción en emisiones de unas 125 toneladas de CO2 y de cerca de 200 toneladas de NOx.
La nueva línea BRT lleva aparejada una inversión en autobuses de 5,3 millones de euros, de los que dos millones proceden de los fondos europeos Next Generation, canalizados a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.