Los procedimientos que se han abordado con el sistema Da Vinci corresponden a las especialidades de urología, con 56 intervenciones (prostatectomía radical por cáncer de próstata, e intervenciones por cáncer de riñón y cáncer de vejiga); cirugía general, con 54 intervenciones (tumores gástricos, cáncer colo-rectal, cáncer de páncreas o cirugía de la obesidad mórbida, entre otras indicaciones) y cirugía torácica (intervenciones pulmonares, fundamentalmente en cáncer de pulmón, y en enfermedades quirúrgicas del mediastino, que es la zona anatómica entre los pulmones), y ginecología (carcinoma de endometrio, cáncer de cérvix y procedimientos de histerectomía), con 12 intervenciones cada una.
En cuanto a los valores añadidos para el paciente de este tipo de cirugías, se encuentran la reducción del dolor y el riesgo de infección, menor pérdida de sangre, menor riesgo de complicaciones en la intervención, cicatrices más pequeñas, menor tiempo de recuperación, menos días de estancia en el hospital, mejores resultados clínicos y reducción del riesgo de impotencia e incontinencia, en los casos de problemas de próstata.