La muestra, comisariada por el colectivo Paco Graco, bajo el título 'No va a quedar nada de todo esto', ocupará la planta 4 de CentroCentro, donde se expondrán neones, cajas de luz, banderines, vidrios, y gráficas en distintos materiales que se han usado a lo largo de los años, como latón, acero o madera.
Todos ellos, ejemplos de gráficas comerciales de los últimos 90 años, con muchas piezas de los años 60 y de los años 80 del siglo XX, y algunos de ellos muy antiguos, como la primera puerta de ‘La Moda’, de principios del siglo XX, o la fábrica de Jabones de la calle Delicias 26, anterior a la Guerra Civil.
Se exhibirán rótulos muy reconocibles de Madrid, como el de Casa Benítez, de la calle de Huertas; la sala Canciller, de Ventas; Fajas Ruiz, de la puerta del Sol; Casa Poli, del barrio de Salamanca; la cafetería Somosierra, de Bilbao; la pastelería Kayto, de Vallecas; la tienda ORTE, del barrio Quintana, o la cafetería Zahara, de la Gran Vía. Todos ellos recogidos por el colectivo a lo largo de los últimos siete años.
También se pueden contemplar ejemplos de gráficas en otros soportes, como la colección de servilletas de bar de Felipe Hernández, la colección de bolsas de Martín Sobrados de la Plaza –cedidas a Paco Graco– o conjuntos de etiquetas de precios y de sedas de envolver.
Desde 2017, Paco Graco recoge gráficas comerciales de los muchos negocios en Madrid, con la finalidad de “proteger y recuperar todos los rótulos de los comercios que van cerrando en la ciudad (feos, bonitos, históricos, recientes, de cualquier material), con el objetivo de, algún día, lograr un museo permanente de rótulos de Madrid y en otras provincias”.
Esta muestra, que cierra una tetralogía iniciada en 2019, “no es una exposición dedicada a la celebración de la excelencia en el diseño de los rótulos de antaño; no es un lugar para llorar los comercios desaparecidos, no es un cementerio de una ciudad que ya no existe. Es un espacio creativo nuevo y actual, donde los rótulos dialogan entre ellos y con la calle, y que tiene como objetivo generar una conversación intergeneracional, para hablar del pasado, el presente y el futuro”, explica el colectivo.