Cuentan los cronistas que allá por el siglo XVII, Felipe IV, paseando por El Pardo, se encontró con un vecino recogiendo bellotas del suelo. El rey quedó conmovido cuando el buen hombre le confesó que recogía los frutos para dar de comer a su familia. Desde entonces, el monarca permitió que cada 15 de noviembre, día de San Eugenio, los lugareños pudiesen recoger las bellotas de las numerosas encinas que pueblan el monte del Real Sitio de El Pardo.
Comienza, así, esta tradicional romería campestre, que en la actualidad se celebra el domingo más próximo a la festividad de San Eugenio y que pone punto final al calendario romero madrileño, que se inicia con San Blas, en el mes de febrero.
La romería de San Eugenio dio comienzo a las 11.15 horas, momento en el que el concejal de Fuencarral-El Pardo, José Antonio Martínez Páramo, presentó al que fuera presidente de la Cofradía de San Eugenio de El Pardo, Pablo Manuel Chaves, encargado de dar el pregón inaugural este año, en el templete del parque de la Mar Océana.
Después, tras la petición al santo en la parroquia de la Inmaculada Concepcion, los romeros ataviados con trajes goyescos y acompañados de música de gaitas y dulzainas realizaron un recorrido con su imagen por las calles de El Pardo hasta el encinar próximo al convento del Cristo de El Pardo. En este lugar, a las 13.00 horas, se celebró una misa de campaña.
En este día festivo y de encuentro campestre entre vecinos reinó el buen ambiente, la animación y la gastronomía tradicional, en la que no faltaron migas y sangría. La romería finalizó con el regreso del santo a su parroquia y con el anhelo de volver a celebrarla el próximo año.