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Mitos de los suplementos 'quema-grasa'

La base para la quema de grasa y para la producción de ese déficit calórico reside en la alimentación, el entrenamiento y la actividad física, y el descanso. Además, podríamos ayudarnos de algunos suplementos, bien porque producen saciedad y reducen el apetito, bien porque aumentan el gasto calórico o bien porque consiguen que la absorción de la grasa de la dieta se vea disminuida. (Foto: IStockPhoto).

La especialista en Dietética y Nutrición del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, Belén Fontán Calvo, los explica y desmitifica

Redaccion | Martes 12 de marzo de 2024
Se trata de suplementos de fácil acceso y muy populares, como es el caso de la cafeína, L-carnitina, té verde, garcinia cambogia, el ácido linoleico, la espirulina y la yohimbina, entre otros.

Seguramente, en más de una ocasión hayamos leído o escuchado las propiedades de algunos suplementos a la hora de quemar grasa. Pero, ¿es cierta esta afirmación?

La respuesta a esa pregunta es corta y es no –asegura, con rotundidad, Belén Fontán Calvo, especialista en Dietética y Nutrición del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo. No podemos considerar que un suplemento pueda quemar grasa por sí sólo; para poder quemar grasa y modificar nuestra composición corporal, deberemos producir un déficit calórico”.

La base para la quema de grasa y para la producción de ese déficit calórico reside en la alimentación, el entrenamiento y la actividad física, y el descanso. Sin embargo, siempre y cuando hayamos sido capaces de organizar estas tres variables para llevar a cabo un déficit calórico, sí podríamos ayudarnos de algunos suplementos: bien porque producen saciedad y reducen el apetito, bien porque aumentan el gasto calórico o bien porque consiguen que la absorción de la grasa se vea disminuida.

Entre estos suplementos, podemos encontrar algunos cuyos efectos se han demostrado, como es el caso de la cafeína y el té verde, mientras que, en otros, habrá que realizar más estudios para conocer si realmente pueden ayudar en este objetivo:

Cafeína. Cuando interviene en sistemas energéticos consigue incrementar el metabolismo basal, lo que se traduce un mayor consumo de Kcal diarias y permite más flexibilidad a la hora de perder grasa.

“Por lo tanto, si tienes un entrenamiento bien pautado, y estás buscando mejorar tu condición física o reducir tu masa grasa, la cafeína puede ser un buen aliado, siempre y cuando la toleres bien y tu alimentación, ejercicio y descanso sean adecuados a tu objetivo”, asegura la experta.

Té verde. Además de cafeína, contiene catequinas, que ayudan a un mejor control de la glucosa plasmática, mejora la oxidación de las grasas e incrementa la saciedad, mejorando, además, el metabolismo de los pacientes que están sometidos a dietas hipocalóricas. Si lo incluimos en un estilo de vida saludable, que tenga nuestros tres pilares fundamentales para la pérdida de grasa, puede ser un buen aliado.

L-carnitina. Por su mecanismo de acción, favorece la oxidación de las grasas. Sin embargo, no existe mucha evidencia científica con respecto a la quema de grasa.

Garcinia Cambogia. Se trata de una fruta de origen asiático, cuyo principal compuesto y el responsable de darle su efecto 'quemagrasa' es el ácido hidroxicítrico, que favorece el uso de las grasas como fuente de energía y produce mayor saciedad, limitando la ingesta calórica. Sin embargo, no hay muchos estudios que avalen el uso de esta fruta.

Ácido linoleico. Se trata de una grasa trans, presente sobre todo en la grasa proveniente de los lácteos derivados de las vacas, aunque también podemos encontrarlo en otros productos lácteos y en la grasa cárnica. Los estudios a este respecto no son concluyentes.

Espirulina. Se trata de un alga de agua dulce a la que se atribuye efecto saciante y un mejor control metabólico. Sin embargo, sus efectos aún están en estudio.

Yohimbina. Se extrae de la corteza de árboles procedentes de África y ha resultado útil en la pérdida de grasa, ya que interviene en la oxidación de las grasas y actúa como un agente termogénico. No obstante, se han observado también efectos a nivel de la tensión arterial, incrementándola, por lo que la administración de este suplemento debería estar controlada por un especialista y, dada su controversia, en algunos países está prohibida.

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