La vendimia 2024 comienza de forma prematura en Las Moradas en San Martín con el albillo real, variedad autóctona de Madrid, llamada a su cultivo 'tempranales' por ser la más temprana en alcanzar su maduración.
Se sigue así una tendencia marcada en los últimos años, siendo el 2023 el más temprano de la historia de la bodega, en el que se comenzó a finales de julio. Y es que, la climatología vivida desde el otoño de 2023, con altas temperaturas y un invierno cálido y escasas precipitaciones, ha marcado todo el ciclo de la uva.
“No fue hasta el 10 de febrero cuando por fin llegó el frío, con agua, nieves y heladas; unas condiciones que se mantuvieron hasta al 15 de marzo, aproximadamente. Esto ayudó a frenar el inicio de la brotación, que parecía inminente”, explica Isabel Galindo, enóloga y directora técnica de Las Moradas. Asimismo, añade, “como consecuencia de estas heladas, sufrimos algunas pérdidas, que van a incidir en la producción”.
Después, prosiguió una primavera fresca y lluviosa, hasta junio incluido, con semanas alternas cálidas, pero "se contuvo el calor, por lo general". Como resultado, "nos encontramos con la floración de albillo a primeros de junio y bastante corrimiento debido a las lluvias y viento vividas esas semanas", así como racimos muy sueltos de albillo real y de bajo peso. “De este modo, tras un julio y una primera semana de agosto muy calurosos, con tres semanas con máximas de 38-40ªC, comenzamos nuestra vendimia de albillo real, en fechas similares al año anterior, en el que esta variedad vino muy adelantada, siendo más típica en el mes de agosto”, explica la enóloga.
Así, con el albillo real se da comienzo a la primera vendimia de esta bodega madrileña, una vendimia que se realiza netamente manual y en cajas pequeñas, por personal especializado del Departamento de Viticultura. Se comienza con la salida del sol, a las cinco de la mañana, para el respeto y calidad de la uva, realizando una cuidadosa selección de racimos en el campo y, posteriormente, en mesa, antes de entrar a la bodega.
“Todo nuestro albillo se trabaja al 100% mediante una viticultura ecológica, con todos los procesos manuales y artesanales que nos confieren autenticidad y calidad, así como bajas producciones y con un estado muy sano”, explica Galindo.
Y es que, Las Moradas de San Martín trabaja, desde 1999, en la recuperación de esta variedad autóctona y casi perdida, cultivada en parcelas de altura y terruños muy especiales, trabajados en formación de vaso y secano, que le confieren al vino unas peculiaridades únicas. “Trabajando, actualmente, 6,3 hectáreas, esperamos un rendimiento de unos 19.000 kg, una media aproximada de 2.860 kg/hectárea”, indica la enóloga. De esta manera, “será una vendimia corta, dada su baja cantidad, con un excelente estado sanitario, una equilibrada producción y buena calidad”, añade la enóloga.
Esta primera vendimia finalizará, aproximadamente, en una semana. Habrá que esperar alguna semana más para vendimiar la garnacha tinta. “En función de cómo continúe agosto, parece que nuestras garnachas estarán listas también antes de tiempo, en fechas similares a las del año anterior, pudiendo iniciarse la vendimia en la segunda mitad de agosto en algunas parcelas”, concluye Galindo.
En este caso, también se espera una muy buena producción y calidad, especialmente en las parcelas de altura asentadas sobre suelos arenosos y rocosos graníticos, “unas características que nos brindarán la oportunidad de elaborar vinos muy redondos y aromáticos para esta añada 2024”, según Galindo.
Además, el compromiso enoturístico de la bodega de Madrid es absoluto, para acercar la cultura del vino y su filosofía de elaboración a la sociedad. Por eso, en época de vendimia ofrece la experiencia ‘Visita y vendimia’, en la que el enoturista se implica junto al equipo técnico en la tarea de recoger la uva con sus manos, mientras disfruta del paisaje de la Sierra de Gredos, pisar las uvas o catar el vino en sus diferentes fases.
Para poder disfrutar de esta actividad, es imprescindible realizar reserva previa en su página web.
A tan sólo una hora de Madrid, Las Moradas de San Martín, ubicada a más de 850 metros de altitud y rodeada de viñedos centenarios de garnacha tinta, es una bodega respetuosa con el medio ambiente, que realiza prácticas de viticultura biodinámicas y cuenta con las certificaciones en cultivo y bodega ecológicos. Sus vinos se elaboran de forma artesanal y manteniendo el respeto por la uva en todas las fases. Para ello, utilizan dos variedades: la garnacha tinta centenaria y la autóctona albillo real, que están recuperando desde sus inicios.
Capaces de plasmar el alma de la garnacha de este terreno, la bodega de la D.O. Vinos de Madrid hace un guiño a nuestra cultura literaria a través de las etiquetas que visten sus vinos. Y es que literatura y vino van unidos para transmitir como nadie la esencia de sus vinos a través de relatos exclusivos para la bodega de autores como Lorenzo Silva, Marta Rivera, Ramón Acín, Óscar Sipán, Ángeles Caso, Luz Gabás o Andrés Trapiello.
Además, Las Moradas de San Martín se encuentra dentro de la zona ZEPA 56 (Zona de Especial Protección para las Aves), un entorno paisajístico de gran valor medioambiental gracias a su flora y su fauna autóctona. Un verdadero pulmón natural, con una atmósfera muy limpia que en Las Moradas de San Martín se respeta y mantiene, y que puede disfrutarse a través de una completa oferta enoturística.