“Las decisiones que toman hoy los líderes mundiales –o dejan de tomar– definen el mundo que los niños heredarán. Crear un futuro mejor en 2050 requiere más que imaginación, requiere acción. Décadas de progreso, especialmente para las niñas, están amenazados”, asegura la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
Según las previsiones, en 2050 la población infantil se habrá estabilizado en torno a unos 2.300 millones, cifra similar a la actual.
Se espera que la proporción de niños disminuya en todas las regiones del mundo, dejando una población envejecida en muchas áreas donde tendrán que equilibrar el reparto de recursos entre esta última y la población infantil.
Sin embargo, Unicef resalta que otras áreas disfrutarán de un “dividendo demográfico” en el que aumenta la población en edad de trabajar, por lo que se puede destinar más recursos a la infancia.
África subsahariana y el sur de Asia serán las áreas que acumularán el mayor número de niños, lo que supondrá dificultades a la hora de satisfacer sus necesidades.
Casi la mitad de los niños y niñas alrededor del mundo, unos 1.000 millones, viven en países en riesgo climático y ambiental, que afectan tanto a su salud como a sus proyectos vitales, vinculados a la educación, la sanidad y las infraestructuras.
En comparación con la década de los 2000, los niños de ahora se enfrentan ocho veces más a olas de calor extremas; tres veces más a inundaciones de ríos y casi el doble de veces a incendios forestales extremos.
El informe de Unicef subraya la urgente necesidad de tomar acciones medioambientales específicas, para proteger a los niños al reducir las emisiones, transicionar hacia energías limpias y aplicar medidas de adaptación al cambio climático.
En 2024, más del 95% de las personas en países con ingresos altos tienen conexión a internet, frente al 26% de los países con menos ingresos, lo que evidencia las desigualdades tecnológicas entre regiones.
El informe señala que un gran porcentaje de la juventud en países con ingresos bajos y medios tienen mayores dificultades para acceder a las competencias digitales, especialmente en el plano educativo y laboral.
El informe aporta algunas buenas noticias, como las relativas a la tasa de supervivencia de los recién nacidos, que sube cuatro puntos porcentuales y alcanzarán un 98% en 2050, según Unicef.
En cuanto a la educación, se espera que el 96% de los niños y niñas mundialmente hayan alcanzado al menos un nivel de educación primaria en 2050, además de que se estreche la brecha de género en este ámbito.
Respecto a la exposición de la población infantil a conflictos, se prevé los niños que residen en estas zonas de riesgo pasen de los 833 millones en la década de los 2000 a los 622 millones, en 2050.