El proyecto 'La base y la cruz', de Pereda Pérez Arquitectos y Lignum S.L. ha resultado el ganador del concurso internacional para la resignificación del Valle de Cuelgamuros (antes, de los Caídos). A través de una "gran grieta" transformará el lugar y convertirá el espacio en un lugar de diálogo y pluralidad.
Así lo ha anunciado este martes el jurado del Concurso Internacional de ideas para la resignificación del Valle de Cuelgamuros, en La Casa de la Arquitectura, sita en el distrito de Chamberí.
En este sentido, el secretario general de Agenda Urbana, Iñaqui Carnicero, ha indicado que la propuesta ganadora ha sido seleccionada por su "valentía" a la hora de enfrentarse a la monumentalidad del conjunto existente.
"Propone una nueva visión de este conjunto monumental, donde se definen los límites, donde se da más protagonismo a la naturaleza, hacia la arquitectura y donde se rompe la axialidad que tanto había caracterizado este monumento para producir una gran sombra, una gran grieta que facilita el encuentro, que invita al diálogo y a una visión más plural, más democrática, donde se incluyan muchas perspectivas", ha asegurado.
Según ha expuesto, se eliminarán las escalinatas y que, a través de una "gran losa", el público accederá a un círculo "abierto al cielo" que permitirá "reorganizar las circulaciones". Desde este espacio, se accederá a la basílica, en la que se le realizarán "intervenciones mínimas".
En cuanto a la cruz, permanecerá en el recinto, ya que, según explicaron en marzo fuentes del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, el Gobierno "jamás" pensó en derribarla, porque consideran que sin ella no se puede explicar el significado del Valle. "El nacionalcatolicismo se explica ahí", apuntaron.
El 27 de marzo de este año el Gobierno anunció que gastaría 30 millones de euros en la resignificación del Valle de los Caídos, de los cuales cuatro millones serían para el concurso de ideas y la redacción del proyecto y 26 millones, para toda la resignificación, la museografía y la construcción del museo o centro de interpretación.
El concurso fue convocado el pasado 13 de abril y se ha desarrollado en dos fases diferenciadas. Tras la primera sesión, celebrada el 23 de julio, fueron seleccionadas las diez propuestas finalistas, de entre las 34 recibidas, que han concurrido en esta segunda vuelta: 'La base y la cruz', 'Caminos de memoria', 'Nude Architecture', 'Luz que emerge', 'sub.onere.terrae', 'Élan Vital', 'Carne y Piedra', 'herida.memoria.luz', 'La Falla' y 'elbrazodel76'.
El objetivo de este concurso, según el Ejecutivo, es resignificar el conjunto monumental y su entorno desde "una triple dimensión, artística, arquitectónica y paisajística", y dar al Valle de Cuelgamuros "una mirada plural, inclusiva y contemporánea", mediante una intervención "respetuosa" con quien allí está inhumado, "sostenible y consciente de su legado". En definitiva, lo imaginan como un lugar de "encuentro, lleno de actividad y de gente".
El jurado para elegir el proyecto ganador ha estado compuesto por profesionales, como el arquitecto británico David Chipperfield y la artista española Cristina Iglesias. Además, ha participado un representante de la Iglesia Española, el delegado de Liturgia del Arzobispado de Madrid, Daniel Alberto Escobar Portillo.
En esta línea, el jurado ha decidido por unanimidad declarar ganadora la propuesta 'La base y la cruz', al estimar que es "la que con mayor coherencia arquitectónica responde a los requisitos establecidos en las bases del concurso".
"Su gesto de horizontalidad, representado por una línea de sombra que se contrapone a la monumentalidad original, implica una estrategia inteligente y de gran sensibilidad para introducir una lectura diferente y separada de la preexistencia. Por otro lado, se percibe una reformulación de los límites entre arquitectura y naturaleza en el nuevo tratamiento de la exedra", recoge el acta del jurado.
La propuesta propone una intervención que equilibra el peso del monumento mediante una nueva plataforma situada entre el paisaje y la basílica. Esa base, concebida como "umbral y lugar de acogida", transforma la llegada en "una experiencia de reencuentro entre arquitectura, historia y territorio".
La sombra proyectada por esta estructura, "ligera y contenida", actúa como metáfora "de acogida y reflexión", invitando al visitante a una mirada distinta sobre el conjunto monumental y su memoria.
El jurado ha destacado, igualmente, que, desde el punto de vista del visitante, la intervención se enfrenta a la escala del monumento sin recurrir a la demolición, generando "un discurso potente de independencia y renovación".
La propuesta, que será galardonada, además, con la adjudicación del contrato de servicios para el desarrollo del proyecto, "destaca por su capacidad para asumir la complejidad del lugar y acoger la diversidad de miradas como parte central de su planteamiento". Además, según el Ministerio de Vivienda, "ofrece una interpretación sensible y plural del Valle de Cuelgamuros, que invita al entendimiento común a través del arte, el paisaje y la arquitectura".
Cada una de las diez propuestas finalistas ha sido premiada con 60.500 euros (IVA incluido), en reconocimiento a la "calidad y profundidad" de sus planteamientos.
Además del premio económico correspondiente, una vez se lleve a cabo la adjudicación del contrato, el equipo ganador asumirá la coordinación del proyecto en sus diferentes manifestaciones –artística, arquitectónica y paisajística–, así como la dirección facultativa de las obras correspondientes a la construcción del centro de interpretación, la restauración y adecuación del conjunto monumental y la implantación museológica.