Así lo ha destacado Levy, quien ha subrayado que el enclave en el que se ubica el restaurante El Viajero, entre el Madrid de los Austrias y el conocido como barrio de La Latina, ha sido uno de los que ha experimentado una mayor transformación en los últimos 30 años, un cambio posible gracias al dinamismo que le ha otorgado su carácter eminentemente castizo y su tradición gastronómica.
“Con este sencillo homenaje de colocación de una placa, contribuimos a que se le reconozca a este bello chaflán madrileño, con una terraza ya casi mítica, su voluntad de promoción de la cultura. Han pasado cien años, estamos atravesando tiempos complicados, pero, aquí seguimos, defendiendo la necesidad de celebrar, de compartir y de gozar de la cultura, porque es nuestra forma de rebelarnos ante la realidad. Esta placa es otro acto de resistencia”, ha destacado Levy.
La delegada ha subrayado la necesidad de apoyar, en estos momentos, a la hostelería. “Los bares se han convertido en refugio a la soledad después del confinamiento y lo han hecho cumpliendo con todas la medidas sanitarias que se les han exigido; por ello, con todas las precauciones y las llamadas a la responsabilidad individual, hay que apoyar a la hostelería, porque es la gran perjudicada de esta situación”.
En esta apuesta por reconocer la relevancia de la hostelería madrileña, el pasado 26 de enero el Pleno del Ayuntamiento reconoció a los restaurantes centenarios como espacios culturales y turísticos de interés general, uniendo así cultura, tradición y gastronomía para distinguir a estos establecimientos que forman parte del patrimonio de la ciudad. Con esta iniciativa, el Consistorio quiere poner en valor el patrimonio de la capital que se ha visto afectado por la crisis sanitaria y cuya supervivencia se ve amenazada.