Este nuevo viario, por donde pasarán 27.000 vehículos diariamente, permitirá la conexión directa del tráfico rodado entre la A-1 (carretera de Burgos) y la M-11 (recintos feriales) con destino la M-30/avenida de la Ilustración y M-607 (carretera de Colmenar). Con esta actuación, se elimina un importante punto negro del viario municipal, aliviando la congestión de tráfico que se produce, fundamentalmente, a la hora punta de la mañana y de la tarde en la entrada a la ciudad por la A-1 y M-40/M-11.
El nuevo paso inferior tiene 300 metros de longitud y una anchura de ocho metros, divididos en dos carriles de circulación de 3,50 metros de anchura cada uno y dos aceras de medio metro. Este paso lleva anexa una galería de más de 40 m2 de sección, que alberga dos tuberías a presión de 2 metros de diámetro que forman parte de la red de abastecimiento de agua del Canal de Isabel II y que ha sido necesario retranquear para poder ejecutar este nuevo paso.
Este paso inferior se ha realizado con los más elevados estándares en instalaciones de túneles urbanos, contando con sistemas de ventilación mecánica, de detección de incendios, detección de gases, control de accesos y gálibo, sistema de alimentación ininterrumpida, iluminación de seguridad, iluminación de emergencia, así como otros sistemas de seguridad.
Al igual que en los otros dos pasos inferiores, todos estos sistemas han sido centralizados mediante un sistema de Seguridad y Control (ITS) que permitirá controlar todos los equipos y señales de forma remota desde el Centro de Control de Tráfico de Calle 30, a través de tecnología punta que dota a la nueva calzada de una elevada seguridad.
Almeida ha desgranado que "lo único que quedará es repintar las marcas viales, para devolverlas a su estado original", pero que, tanto los tres pasos subterráneos como el paso elevado, han sido concluidos "tras 22 meses de obras".
Con estas obras, "se reducirán 14 toneladas de CO2 en este punto". Para el alcalde madrileño se trata de "una obra imprescindible, de las más significativas de este mandato, tanto desde el punto de vista de eliminar los trenzados, causantes de los atascos, como de la generación de las infraestructuras necesarias".
Por el conjunto del Nudo Norte circulan 34.000 vehículos diarios durante la hora punta de la mañana, de 8.00 a 9.00 horas, y 33.800 vehículos, en la franja pico de la tarde, de 18.00 a 19.00 horas. Este nudo viario es utilizado por más de 270.000 vehículos al día.
Con esta obra se consigue, tal como ha señalado Almeida, no sólo reducir el tiempo de los traslados, sino también la emisión de CO2 a la atmósfera, con 14 toneladas menos en este punto.
El problema de este eje viario de gran capacidad era la confluencia mediante trenzados en la M-30 y la M-607 (autovía de Colmenar Viejo), el paseo de la Castellana, la M-11 y la A-1, siendo el tramo entre este nudo y el enlace de Manoteras uno de los de mayor intensidad de tráfico de España.
El proyecto de remodelación, con un presupuesto final de 50 millones de euros (IVA incluido), ha contemplado las obras de adecuación en todas sus conexiones para eliminar los cuatro trenzados, que son los que provocaban la pérdida de capacidad de las vías y grandes atascos. El objetivo, disminuir la congestión del tráfico en hora punta en este enclave de Madrid, ya que su influencia afecta al resto de la ciudad.
Para ello, se han construido cuatro estructuras: