La implantación de la nueva uniformidad para los 595 efectivos busca mejorar la visibilidad y diferenciarse de otros cuerpos o colectivos que actúan en vía pública, como la Policía Municipal.
Desde este sábado, 28 de enero, los 595 agentes de movilidad que tiene la ciudad lucirán nuevo uniforme. El cambio más significativo afectará al color: el rojo flúor se convierte en el nuevo tono identificativo de este cuerpo municipal. La implantación de la nueva uniformidad persigue mejorar la visibilidad de los efectivos y diferenciar a su vez al cuerpo con otros colectivos que actúan en la vía pública, fundamentalmente el de Policía Municipal.
Además del color, el atuendo introduce otras mejoras para los agentes. Una de las más importantes, que los anoraks se ajustan por primera vez a las necesidades de las 75 mujeres integradas en el cuerpo, que hasta ahora tenían que utilizar los mismos uniformes que los hombres.
Con un coste de 1.275.000 euros anuales, todas las prendas están elaboradas con tejidos de alta visibilidad y bandas reflectantes, empleando materiales de gran confort y adaptables tanto para las épocas de frío como estivales.
El uniforme que se ha adquirido comprende 1.500 polos de manga larga y otros tantos de manga corta; 1.400 pantalones con forro térmico desmontable compatibles con invierno y verano y con protecciones para motoristas; 1.000 anoraks de tres capas desmontables con chaleco térmico de 200 gramos y cortavientos; 600 cazadoras de motorista de dos capas con protecciones interiores, resistentes a la abrasión y con un acabado hidrofugado; 1.000 cascos de motorista modulares que incorporan mentón abatible y, por tanto, pueden funcionar como casco abierto e integral para mayor seguridad; 500 zapatos sin costuras, y 1.000 botas. También se suministrarán bufandas, guantes y gorras.
Otra de las diferencias del nuevo uniforme con el anterior son las bandas reflectantes, que en vez de ser continuas son retrorreflectantes discontinuas para que sean más resistentes.