La Sala Canal de Isabel II acoge una exposición de la saga de los Alfonso, precursores de la fotografía moderna y grandes impulsores de la prensa gráfica y el fotorreporterismo. Un recorrido compuesto por más de 150 imágenes, que abordan diferentes momentos históricos del siglo XX español. La muestra puede visitarse hasta el 23 de enero, con entrada gratuita.
La consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, ha inaugurado este viernes la exposición. "Las fotografías de la casa fotográfica Alfonso suponen un gran recorrido por el Madrid y la España del siglo XX, y constituyen verdaderos documentos históricos que muestran algunos de los principales episodios de nuestra historia, pero también escenas de la vida cotidiana y retratos de grandes personajes de la cultura nacional", ha expresado.
Alfonso. Cuidado con la memoria, en colaboración con La Fábrica, está comisariada por Chema Conesa y forma parte de la programación del Festival PHotoESPAÑA 2021. Está articulada en cuatro capítulos, que van desde los inicios de la prensa gráfica del primer tercio del siglo XX, hasta los retratos de grandes figuras de la vida española del momento, pasando por los tiempos convulsos de la República y la Guerra Civil.
Se cierra con un documental que incluye testimonios de su comisario, así como de otros especialistas en fotografía.
Detrás del sello Alfonso hubo cuatro fotógrafos pertenecientes a una saga familiar, principalmente el padre, Alfonso (Alfonso Sánchez García), y el hijo Alfonsito (Alfonso Sánchez Portela), así como los otros dos hijos Luis y José.
Los Alfonso registraron a través de su cámara fotográfica la crónica visual de la España del siglo XX. La frescura y calidad de sus imágenes consiguieron una nueva mirada para el periodismo gráfico y un destacado protagonismo de la firma Alfonso en el oficio.
Reporteros gráficos y retratistas
Alfonso Sánchez García se inició en el fotorreporterismo gráfico colaborando con los diarios y publicaciones periódicas más importantes del momento y, más tarde, se le unirían sus hijos, ofreciendo una crónica visual sin precedentes de la época.
Los Alfonso reflejan en sus fotografías desde la monarquía de Alfonso XII, la Guerra de Marruecos y el Golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923, hasta los felices años veinte y treinta. Su objetivo también captó el advenimiento de la República y fue testigo de la Guerra Civil española y sus nefastas consecuencias.
Acabada la guerra, se les retiró el carné de reporteros gráficos y no le sería devuelto a Alfonso padre hasta 1952, dos años antes de fallecer. El 30 de julio de 1942, el diario El Alcázar les señaló en una columna sin firma titulada 'Cuidado con la memoria', que da título a esta exposición.
En ella se aludía al silencio y discreción con el que debía trabajar la firma, privada ahora de los permisos para ejercer el fotoperiodismo, con el fin de evitar "provocar a los que tienen memoria, ofensas que perdonar y agravios que vencer".
Durante los primeros años de la posguerra, los Alfonso recorren los pueblos cercanos de Madrid haciendo fotografías de retrato. Abren su estudio en el centro de la capital, concebido también como sala de exposiciones, en la que mostrar retratos de diferentes personalidades del momento.
Toreros como Juan Belmonte, intelectuales como Valle Inclán y Azorín, y también algunos militares del régimen pasan por el estudio. Entre ellos el propio Franco, que llama a Alfonso en distintas ocasiones a El Pardo para hacerse retratar.
Testigos de la apertura democrática, los Alfonso mantuvieron abierto su estudio principal en la Gran Vía madrileña hasta 1990.