Mupis, columnas, mupis digitales y las pantallas de Platea acogen, hasta el 30 de octubre, una campaña firmada por el Ayuntamiento de Madrid contra las falsificaciones y la venta ilegal. La campaña es parte del convenio de adhesión de Madrid a la ‘Red de Autenticiudades’.
'El valor de lo auténtico' es el título de la campaña, parte del convenio de adhesión de Madrid a la Red de 'Autenticiudades', que firmaron los delegados de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, y de Economía, Innovación y Empleo, Miguel Ángel Redondo, con la Oficina Española de Patentes y Marcas. Cuenta además con el apoyo de la Asociación Nacional para la Defensa de la Marca (ANDEMA).
Redondo ha destacado que la venta ilegal y la falsificación de productos provoca graves daños económicos y destrucción de empleo. La campaña pone en valor el trabajo de diseño, fabricación y difusión que llevan a cabo las marcas y pretende sensibilizar a la ciudadanía sobre el perjuicio que ocasiona la compra de productos ilegales o falsificados.
También busca concienciar sobre la falta de seguridad de este tipo de productos, que pueden resultar perjudiciales por no haber pasado ningún control de calidad, a lo que suman que tras este comercio en ocasiones hay mafias organizadas que explotan a los vendedores y blanquean capitales, entre otros delitos.
Redondo ha explicado el impacto que tiene la venta ilegal en el comercio de Madrid, que hace frente a sus impuestos, alquileres y sueldos y que muchas veces se ve abocado al cierre por esta competencia desleal, con lo que esto supone en pérdida de puestos de trabajo.
Crecimiento de las fasificaciones en Internet
ANDEMA ha mostrado su preocupación por el aumento exponencial de este comercio ilegal en el formato 'online' y el crecimiento, tras la pandemia, de la venta ambulante de falsificaciones en las localidades más turísticas.
A lo que unen que se ha registrado un aumento de compras ilegales entre los jóvenes, situando a España por encima de la media europea en este tipo de comercio (45% frente al 37% de media en Europa). La ropa, el calzado, los dispositivos electrónicos y la cosmética son los productos de los que más consumen falsificaciones los jóvenes.