La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, ha visitado los muros de la Cuesta de la Vega, cuyos trabajos de rehabilitación y mejora han concluido recientemente. Se han reparado los daños que presentaba esta estructura, manteniendo su configuración constructiva y acabados originales.
En total, se ha realizado el tratamiento de una superficie de 1.790 m² de mampostería y 1.011 m² de ladrillo de fábrica, para lo que se han repuesto más de 15.000 piezas de ladrillo debido al deterioro que presentaban, a la vez que se ha intentado mantener la mayor cantidad de ladrillo original posible. Las obras han tenido una duración de seis meses y han supuesto una inversión de 936.000 euros.
La actual disposición de la Cuesta de la Vega es fruto de la reforma proyectada en torno a la mitad del siglo XIX por el arquitecto Juan José Sánchez Pescador, con el fin de resolver el gran desnivel de la cornisa de Madrid. Este conjunto, que ha tenido ciertas adaptaciones y reconstrucciones posteriores, responde a una sucesión de rampas en ambas vertientes que generan dos plataformas ajardinadas entre los viales: el jardín de Azorín y el de Boccerini, siendo los muros rehabilitados la contención de dichos viales y jardines.
Los trabajos han supuesto la intervención en los 18 muros que componen el conjunto y han contado, en todo momento, con un control y seguimiento arqueológico, que ha permitido conocer mejor su historia. Así, durante las obras se han hallado restos de la cimentación de la Real Cerca de Felipe IV, que fue construida en el siglo XVII para acoger en su interior a toda la población debido a la gran expansión de la ciudad y fue derribada en el siglo XIX.
Los hallazgos, que han sido puntualmente documentados, cuentan con unas condiciones constructivas muy similares al tramo de esta misma cerca conservado en la Ronda de Segovia y presentan un trazado coincidente con la cartografía histórica.