El estudio está dirigido por la Dra. María Cortés Berdonces, especialista en Endocrinología y Nutrición en el complejo hospitalario Ruber Juan Bravo.
La
enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una enfermedad crónica de etiología desconocida en cuyo desarrollo influyen múltiples variables.
Con el fin de averiguar si los pacientes con EII presentan mayor riesgo de
fractura osteoporótica, la
Dra. María Cortés Berdonces, especialista en Endocrinología y Nutrición del
complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, está desarrollando un
estudio prospectivo con 100 pacientes (50 de ellos con EII y otros 50, sin dicha enfermedad).
El estudio, que cuenta con la
autorización del Comité de Ética de la Fundación Jiménez Díaz, se centra en analizar la calidad ósea en pacientes con EII a través del análisis específico de la calidad del hueso en estos pacientes.
Para llevarlo a cabo la Dra. Cortés cuenta con las siguientes
herramientas:
- Trabecular Bone Score (TBS): técnica de imagen que evalúa el estado de la microarquitectura del hueso.
- Ecografía de calcáneo.
- Densitometría ósea anteroposterior y lateral.
- Análisis morfológico de la columna para evaluar fracturas vertebrales (VFA).
- Densitometría ósea en 3D.
“La novedad que aporta nuestro estudio -señala la Dra. Cortés-, es que
hasta ahora el análisis sólo se había realizado a través de la densitometría ósea, que mide la densidad, pero no la calidad (micro y macroestructura) del hueso.
Actualmente,
para la comparación de la calidad ósea entre ambos grupos de pacientes (con EII y sin ella), se están realizando las pruebas referenciadas a todos ellos, para, dentro de un año, repetir todas las pruebas solamente en pacientes con EII.