El Ayuntamiento de Madrid ha concluido los trabajos de reurbanización de la Vía de la Gasolina de Barajas, que también incluye la zona verde situada entre las calles de La Rioja y posterior a Canoa, y cuyos trabajos han contado con un presupuesto de un millón de euros.
La actuación, que ha supuesto la ejecución de un proyecto históricamente demandado por los vecinos, permite a partir de ahora el uso de este espacio público en óptimas condiciones.
Para el acondicionamiento de este espacio urbano del distrito de Barajas, que también incluye la zona verde situada entre las calles de La Rioja y posterior a Canoa, la inversión destinada ha sido de un millón de euros.
En lo que respecta a los viales, la intervención ha supuesto la renovación de todos los pavimentos. Además, en el caso concreto de la calle de La Rioja, ahora cuenta con una calzada de sentido único, aceras de tres metros de ancho y banda de aparcamiento en línea en la acera impar y en ángulo de 60 grados junto a la acera de la zona verde. Por su parte, la calle posterior a Canoa también es ya calzada de sentido único y su acera es de 2,35 metros de ancho, con banda de aparcamiento en línea en el lado de la zona verde.
Asimismo, los vecinos disponen de un carril bici y un espacio verde que cuenta con un camino longitudinal central y pequeños caminos transversales cada 60 metros aproximadamente. A ello hay que añadir siete áreas estanciales, cuatro de las cuales disponen de juegos infantiles. El resto del espacio ha quedado ajardinado.
Otra de las partes del proyecto ha sido la relativa a la instalación de nuevos elementos de mobiliario urbano, concretamente una veintena de bancos, diez papeleras y un aparcabicis. También se ha sustituido la totalidad del alumbrado por luminarias dobles tipo led en las aceras, que dan a la zona verde y sencillas en la acera impar de la calle de La Rioja.
Para la elección de la vegetación en la zona verde, los criterios han sido tanto la búsqueda del equilibrio entre zonas transitables y ajardinadas como el uso sostenible del agua. Así, las especies vegetales que se han colocado están adaptadas a las condiciones climáticas de Madrid y necesitan bajo mantenimiento y requerimiento hídrico. Además, los sistemas de riego instalados permiten un aprovechamiento máximo del agua de lluvia.
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