Tu Casa

La crisis sanitaria y económica que atraviesa todo el mundo a consecuencia de la pandemia del coronavirus no pueden dejar de lado la crisis climática y la necesidad de reducir las emisiones de CO2 por parte de los sectores más contaminantes. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el 61% de las emisiones del sector residencial, comercial e institucional se atribuyen a los consumos realizados en las viviendas.

Durante las últimas semanas hemos visto cómo los 'okupas' han acaparado parte de la actualidad informativa. Un problema que podría agravarse si no se toman medidas drásticas y que está afectando a numerosos municipios de nuestro país. De hecho, y tras el estado de alarma, algunos propietarios podrían encontrarse con esta desagradable sorpresa al llegar a sus segundas residencias.

Aunque la lejía lleva toda la vida en nuestros hogares, se ha convertido en la mejor aliada para intentar acabar con el coronavirus. Una de las mayores preocupaciones que tenemos a la hora de limpiar nuestra casa es saber si hemos eliminado los virus y bacterias que puedan habitar en ella. La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de productos de hipoclorito de sodio, lejía, para la desinfección de superficies que se tocan con frecuencia en los hogares como manera de prevención de la propagación del coronavirus.

La situación de confinamiento que hemos vivido desde que el pasado 14 de marzo el Gobierno decretara el estado de alarma ha supuesto la adaptación a un nuevo modelo de vida. El hecho de pasar 24 horas en casa ha obligado a millones de españoles a implantar el teletrabajo, a consumir más televisión, a realizar deporte y cursos de formación a través de plataformas 'online' y a incrementar el tiempo de uso de nuestros climatizadores. La adopción de estas medidas ha conllevado una clara consecuencia: el aumento de las facturas eléctricas.

La elección del mobiliario para el 'home office' -según la compañía especializada Actiu- debe ajustarse al espacio y a las características físicas, personales de cada uno y de cumplir los mismos requisitos de seguridad y salud que en la oficina.

Un buen sistema de filtrado y una adecuada ventilación son las principales recomendaciones de los expertos para conseguir espacios interiores más saludables, libres de contaminación y otros agentes como polvo, alérgenos, malos olores, pelos de mascotas, bacterias y virus.

España es el segundo país de Europa y cuarto del mundo por número de piscinas. Solo la Comunidad de Madrid cuenta con cerca de 9.000 piscinas de uso público.

Con el inicio paulatino de la desescalada, los españoles han empezado a pensar en cómo afrontar los rigores del verano en el caso de que la nueva normalidad no les permita realizar las actividades al aire libre con libertad. Las visitas a anuncios de viviendas en venta con piscina suponen ya el 29% del total de visitas a viviendas en venta (con datos de abril de 2020), mientras que en el mismo mes de 2019 suponían solo el 25,3%.

La desescalada ha comenzado y todos estamos deseando recuperar nuestras rutinas, salir a la calle, pasear y disfrutar de estos días de primavera en nuestra ciudad con nuestros amigos y familiares. Pero, no debemos olvidar las normas que las autoridades han determinado en todos los ámbitos, también en nuestros entornos más cercanos, como las comunidades de propietarios o urbanizaciones.