La vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha anunciado hoy que el ayuntamiento autorizará a bares y restaurantes sin terraza sacar a la calle una mesa alta con dos taburetes, pegados a la fachada, y prohibiendo que se acumulen más clientes de pie, para promover la reactivación de estos establecimientos.
La medida es aplicable a aquellos establecimientos que, debido a la estrechez de las aceras, no pueden instalar terrazas: la decisión de la Comisión de Terrazas municipal "permite la instalación de mesas altas de baja capacidad que solamente podrán ocupar la banda de mobiliario y/o servicios no destinada a la circulación peatonal, por lo que el ancho mínimo de acera libre de paso será equivalente al existente previamente a la instalación de la mesa y taburetes".
Estas mesas altas deberán ir acompañadas de dos taburetes ubicadas en línea paralela a la fachada, que deberán ocuparse por clientes, como garantía de mantenimiento de la distancia de seguridad. "En ningún caso, y bajo ningún pretexto se permitirá la permanencia de personas de pie alrededor de la mesa o invadiendo la zona de itinerario peatonal en la acera", se acordó.
La distancia de los taburetes al bordillo deberá ser en todo caso de al menos 50 centímetros. También deben mantenerse las distancias mínimas entre módulos de terrazas que se exigen para las mesas bajas con sillas. Además, no podrán agruparse mesas ni taburetes, ni incorporar más de dos taburetes por mesa.
Esta Comisión de Terrazas ya había aprobado que el espacio de las mismas podía ampliarse a las bandas de aparcamiento y zonas terrizas anejas, además de aumentar el horario de apertura. Estas medidas se unen a la devolución de tasa de terrazas por el tiempo que no han podido abrir y a la reducción del 25 por ciento.
El Consistorio ya ha recibido 3.283 solicitudes para ampliaciones de terrazas, de las que han sido concedidas 1.389 y denegadas un total de 405. Quedan pendientes de aceptar o rechazar 1.493 solicitudes.